26/04/2018
EL PELIGRO DE AUTOMEDICARSE
Anette Paniaguacytotec,
El misoprostol es un medicamento creado originalmente con la finalidad de atacar problemas de úlceras gástricas, no obstante, su uso fue evolucionando hasta llegar a la ginecología y obstetricia. Sin embargo, muchas mujeres desconocen esta información y creen que el misoprostol fue creado particularmente para interrumpir un embarazo, de ahí el surgimiento de tantas muertes y enfermedades derivadas al uso de este medicamento.
Por otra parte, el misoprostol no es un medicamento peligroso en sí, lo que realmente genera un peligro o las graves complicaciones que surgen es la automedicación. Lastimosamente, ese ya es un vicio muy natural de las personas, han perdiendo la cultura de ir con el médico para que recete correctamente un medicamento con su respectiva dosis, con mayor razón cuando se trata de un procedimiento abortivo. Muchas mujeres, sobre todo las adolescentes, por querer llevar a cabo un ab**to en secreto, recurren a la automedicación sin conocer absolutamente nada de la dosis correcta que deben tomar según la cantidad de semanas y el tipo de embarazo.
Peligros de la automedicación del misoprostol:
La hipersensibilidad de la mujer es un enorme factor que influye en el efecto que causa el misoprostol. La realidad es que muchas mujeres, intentando tener éxito en el ab**to, se toman todo un pomo de pastillas, provocando únicamente grandes contracciones en su útero, sangrado abundante, e incluso, su propia muerte. La verdad es que la clave no está en ingerir muchas pastillas para lograr abortar, sino en tomarlas apropiadamente bajo una supervisión médica adecuada. Por otra parte, estos son los riesgos posibles que puedes tener si te automedicas misoprostol:
Ab**to incompleto
Anomalías en el feto
Sangrado abundante
Desgarre muscular (por contracciones múltiples)
Muerte
Debes saber que un ab**to con el uso del misoprostol no es costoso y puede ser tan discreto como lo desees, por lo tanto, no conviene arriesgar tu vida por ahorrarte unos cuantos pesos o intentar mantenerlo en secreto, porque muchas veces puede salir contraproducente. ¡No te arriesgues!