07/11/2017
Empezaremos el día con algunas recomendaciones
Que pasa cuando hacemos ejercicio?
Cuando hacemos ejercicio regularmente podemos encontrar diversos cambios en nuestro organismo que se verán reflejados principalmente los músculos, las articulaciones y los huesos y que se genera por el movimiento de los mismos. El realizar ejercicio constante nos va a permitir tener mayor flexibilidad, velocidad y fuerza muscular respondiendo a las modificaciones anatómicas y estructurales de nuestro cuerpo.
La práctica del ejercicio físico tiene muchos propósitos, pero conviene distinguir la finalidad lúdica, de entretenimiento, de diversión, con aquella que tiene por misión la prevención o el tratamiento de determinadas enfermedades.
Se consideran dos tipos fundamentales de ejercicio:
EJERCICIO AERÓBICO
Ejercicio de baja intensidad y larga duración como caminar, correr, nadar, montara en bicicleta o practicar esquí de fondo.
Las necesidades metabólicas de oxígeno son satisfechas por el
aparato cardiovascular y respiratorio. Los nutrientes utilizados seran las grasas y carbohidratos. La glucosa se metaboliza por las vías aeróbicas y no se produce mucho lactato.
EJERCICIO ANAERÓBICO
Ejercicio de gran intensidad y corta duración como carreras de
velocidad, levantamiento de pesas y picos de actividad en otros
deportes como el fútbol o el tenis. También últimas etapas de un
ejercicio muy intenso. Las necesidades metabólicas de oxígeno no son satisfechas por el aparato cardiovascular y respiratorio. Los nutrientes utilizados principalmente son los carbohidratos. La glucosa se metaboliza por la vía anaeróbica y se produce mucho lactato.
Una de las razones para la utilización del ejercicio físico en la prevención y tratamiento de la obesidad, la diabetes y otras enfermedades metabólicas es que el ejercicio físico supone un incremento del gasto energético. El ejercicio físico incrementa el consumo de oxígeno, la frecuencia cardiaca y el ritmo respiratorio, y estos parámetros se correlacionan, dentro de determinados límites, con el gasto calórico y la intensidad de la actividad física realizada.
Antes de prescribir un programa de ejercicio físico, hay que hacer una evaluación, lo más completa posible, del estado de salud y condición física de cada individuo.
El objetivo de un programa de ejercicio físico debe ser mejorar el nivel de salud a través del desarrollo equilibrado de las cuatro cualidades físicas principales: resistencia, fuerza, flexibilidad y velocidad.