17/08/2019
Si tienes o conoces a alguien con esta problemática no dudes consultar a un especialista
La adicción a los juegos es oficialmente una enfermedad mental 🎮 🧠
La 11ª Revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) incluye la adicción a los videojuegos en su lista de trastornos. El tratamiento y las medidas de prevención serán efectivas el 1 de enero de 2022.
Según define la , el trastorno por uso de videojuegos "se caracteriza por un patrón de comportamiento de juego persistente o recurrente, que puede ser en línea o fuera de línea".
Según la CIE-11, se puede diagnosticar el por uso de cuando, durante un periodo de al menos 12 meses, se muestra un comportamiento caracterizado por la pérdida del control sobre el tiempo que se pasa jugando, la mayor prioridad que adquiere el juego frente a otros intereses y actividades y la continuación de esta conducta a pesar de sus consecuencias negativas.
El patrón de es lo suficientemente grave como para dar lugar a un deterioro significativo a nivel personal, familiar, social y ocupacional (aislamiento, incumplimiento de las obligaciones de familiares, académicas y sociales, deterioro en el funcionamiento académico, laboral y educativo)
•sintomas físicos: fatiga ocular, tensión muscular y contracturas musculares, alteraciones del sueño (insomnio) cefalea o dolor de cabeza, sedentarismo, sobre peso y obesidad.
•sintomas psicológicos: ansiedad, irritabilidad, sensación de vacío y desesperanza, dificultades para enfrentar la frustración y para relacionarse afectivamente con los demás.
Los tratamientos del trastorno por uso de videojuegos buscan conseguir que el paciente reconozca su adicción y reconecte con la realidad.
De acuerdo con Medrano, los videojuegos afectan el desarrollo del cerebro en los niños: anomalías neurobiológicas en la corteza orbitofrontal, cuerpo estriado y regiones sensoriales, áreas implicadas en el control de impulsos, procesamiento de la recompensa y representación somática de las experiencias anteriores, disminución del nivel de dopamina, así como de los receptores D2 en el circuito de la recompensa
"En niños menores de dos años no se recomienda el uso de pantallas o dispositivos. En niños preescolares pueden introducirse el uso de pantallas siempre y cuando el cuidador interactúe con el niño y el tiempo debe ser menor de una hora. En niños de edad escolar se sugiere limitar el tiempo del uso y el objetivo ya sea para fines recreativos, como herramienta de aprendizaje, en la vida diaria, etc En los adolescentes es importante reforzar los temas relacionados a la seguridad, contenidos, forma de interactuar en las redes sociales, ayudarlos" ( Medrano. A, 2019)