30/11/2025
Una historia que se repite más de lo que imaginamos
En la escuela lo vemos todos los días:
Niños que no copian del pizarrón, que no terminan las actividades, que se distraen con cualquier cosa, que hablan sin parar o se levantan constantemente de su lugar.
Algunos batallan con las tablas, con la lectura, con la escritura… y ya están en grados donde “se espera” que esto esté dominado.
En casa también se nota:
Tardan en bañarse, se pierden en el celular, necesitan que les repitan todo varias veces, discuten para irse a dormir o no logran levantarse a tiempo por la mañana.
Otros pequeños hacen berrinches muy fuertes, les cuesta seguir reglas o tienen dificultades en el lenguaje.
A simple vista puede parecer desinterés, rebeldía o mala conducta, pero muchas veces esto refleja áreas del neurodesarrollo que aún están madurando:
✔ atención y control de impulsos
✔ memoria de trabajo
✔ comprensión y seguimiento de instrucciones
✔ habilidades de lenguaje
✔ regulación emocional
✔ funciones ejecutivas (organización, planificación, autocontrol)
✔ velocidad de procesamiento
Cuando estas áreas no están funcionando al nivel esperado, el niño sí quiere, pero no puede sostener el esfuerzo, el ritmo o la conducta que los adultos esperan.
Aquí es donde el apoyo profesional hace la diferencia.
Una evaluación adecuada puede identificar qué áreas necesita fortalecer, qué ajustes requiere en la escuela y cómo acompañarlo desde casa sin desgaste, culpa o conflictos innecesarios.
En Psycrece trabajamos con familias y escuelas para entender estas señales, intervenir a tiempo y ayudar a cada niño a avanzar según su propio ritmo de desarrollo.
Si notas estas situaciones en tu hijo o en un alumno, agenda una valoración.
A tiempo, la ayuda cambia todo.