06/12/2025
Una cesárea humanizada es una intervención quirúrgica que prioriza el bienestar emocional y físico de la madre y el bebé, buscando crear un ambiente más natural, respetuoso e íntimo dentro del quirófano. Se adapta a las necesidades de la familia, promoviendo el acompañamiento, la conexión inmediata (incluido el piel con piel), el pinzamiento tardío del cordón umbilical y el inicio temprano de la lactancia materna si es posible.
Características principales de una cesárea humanizada
Ambiente respetuoso y cálido: Se busca reducir ruidos innecesarios, crear un ambiente tranquilo y que el personal se presente y establezca una buena comunicación con la madre.
Acompañamiento: Se permite que la persona elegida por la madre la acompañe en quirófano, incluso en el proceso de intervención, si las condiciones médicas lo permiten.
Participación activa del acompañante: El acompañante puede tener un rol activo, como cortar el cordón umbilical.
Visión del nacimiento: Se puede bajar la cortina estéril en el momento del nacimiento para que la madre y su acompañante puedan ver al bebé nacer.
Contacto inmediato piel con piel: Se fomenta el contacto piel con piel entre la madre y el bebé justo después del nacimiento. Si no es posible con la madre, se ofrece la posibilidad al acompañante.
Pinzamiento tardío del cordón: Se retrasa el corte del cordón umbilical para que el bebé reciba la cantidad de sangre necesaria, adaptándose fisiológicamente de la mejor manera posible.
Lactancia materna: Se promueve el inicio de la lactancia materna de forma temprana y se evita la separación innecesaria de la madre y el bebé en las horas posteriores al nacimiento.
Respeto de los tiempos: Se evitan las prisas, respetando los tiempos naturales del bebé y de la adaptación del cuerpo de la madre.