10/11/2025
Hola, como dermatólogo quiero pedirte algo muy simple pero importante: no te quites la cutícula.
Puede parecer un detalle estético, algo inofensivo o parte de una rutina de manicura, pero desde el punto de vista médico y dermatológico, retirar la cutícula es un error que puede costarte caro.
La cutícula es una fina barrera natural que protege la base de la uña (la matriz ungueal) contra bacterias, hongos y otros microorganismos. Su función es sellar el espacio entre la piel y la lámina ungueal, impidiendo que agentes externos penetren y provoquen infecciones.
Cuando la cortas, la empujas o la arrancas, estás dejando una puerta abierta por donde pueden ingresar microorganismos, generando inflamación, enrojecimiento, dolor e incluso infecciones como la paroniquia, que puede requerir antibióticos o drenaje médico.
Además, eliminar la cutícula de forma repetida puede causar engrosamiento irregular, surcos, fragilidad o deformaciones permanentes en la uña.
Y si utilizas herramientas no esterilizadas como alicates o cortacutículas compartidos, el riesgo aumenta aún más.
En lugar de cortarlas, hidrátalas. Usa aceites o cremas especiales para cutículas; con el tiempo se volverán más suaves y se mantendrán saludables sin necesidad de retirarlas.
Recuerda: la salud de tus uñas empieza en su base.
Lo que parece un simple detalle cosmético, en realidad es una barrera biológica que protege tu cuerpo. Cuídala, no la cortes.
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Recordatorio esencial: La información presentada tiene carácter académico y educativo. No constituye consulta médica, ni debe ser utilizada para autotratarse. Si tienes molestias o preocupaciones, consulta a tu médico de confianza.