29/10/2025
Consejos para un Halloween seguro (y sin sustos de verdad)
Halloween puede ser una fecha mágica para los niños, llena de disfraces, dulces y risas… pero también representa uno de los momentos del año con mayor riesgo de atragantamiento en pequeños de 2 a 3 años.
De hecho, los dulces son responsables del 41% de las visitas hospitalarias por atragantamiento en este grupo de edad.
Aquí te dejo algunas recomendaciones para disfrutar la noche de forma divertida y segura
1. Evita los dulces pequeños, duros o redondos
Son los más peligrosos, pues tienen el tamaño y forma exactos de la vía respiratoria y son difíciles de expulsar al toser.
Ejemplos: M&M’s, Skittles, Lifesavers, gomitas, chicles o caramelos duros.
2. Prefiere dulces blandos y fáciles de morder
Opta por chocolates suaves o barras que se derriten en la boca.
3. Enséñale a no hablar ni reír con dulces en la boca
La combinación de risa, emoción y comida es peligrosa.
Explícale que los dulces son para saborearse con calma, no mientras se juega o grita “¡Queremos Halloween!”.
4. No dejes que camine o corra mientras come
Caminar, correr o brincar con comida en la boca aumenta muchísimo el riesgo de atragantamiento.
Si quiere probar un dulce, deténganse un momento y disfrútenlo con tranquilidad.
5. Supervísalo todo el tiempo
Durante el recorrido de Halloween hay oscuridad, ruido y distracciones, así que mantente cerca y atento si come algo en el camino.
6. Revisa los ingredientes si tiene alergias
Muchos dulces individuales no incluyen la lista completa de ingredientes.
Ten preparados dulces seguros en casa para hacer un intercambio al regresar.
7. Disfruta sin miedo, pero con atención
Halloween no tiene que ser sinónimo de riesgo.
Con vigilancia, dulces adecuados y sin prisas, puede ser una experiencia deliciosa y segura para todos.
8. Deja que disfrute si, pero también usemos el sentido común no dejes que se acabe toda la calabaza llena de dulces en una sentada.
🎃 Y una última reflexión:
A propósito de Halloween, si no lo celebras, está perfecto.
Pero evita dar sermones sobre religión o tradiciones: los niños no asocian esta fecha con lo que los adultos interpretamos, para ellos es simplemente una oportunidad de disfrazarse, compartir y jugar.
Y si sí lo celebras, respeta también a quien decide no hacerlo.
Porque la verdadera enseñanza detrás de cualquier festividad —sea cual sea— es el respeto y la empatía hacia los demás.
Pd. En la familia de mi esposa nunca se celebró Halloween; en la mía, en cambio, era una tradición esperada cada año.
Hoy, con nuestros hijos, lo vivimos de otra forma: con ilusión, disfraces, risas y ese toque de magia que solo ellos pueden darle a cualquier fecha.
Definitivamente, los hijos lo cambian todo.
Feliz miércoles.