01/11/2025
En muchas ocasiones nos vemos tentados a violentar los tiempos. A veces, cuando nos sentimos mal y sufrimos, lo único que deseamos es apartar de nosotros ese dolor. Nos desesperamos y nos precipitamos a mirar hacia adelante. Es comprensible. Pero no es positivo.
En otros casos nos animan a seguir adelante y dar el próximo paso o incluso nos tachan de «débiles» porque no somos capaces de levantarnos lo suficientemente rápido. Sin embargo, cuando no estamos preparados, dar ese paso puede hacernos aún más daño.
El tiempo es fundamental para recuperarnos de los golpes emocionales, con el tiempo logramos encontrarle un sentido a lo que nos ha sucedido, asumimos el pasado y pasamos página.
Los traumas o heridas emocionales suelen provocar un desequilibrio psicológico, por lo que necesitamos tiempo para reconstruirnos, para mirar dentro de nosotros y darnos cuenta de que ya no somos los mismos, de que algo ha cambiado. Después de grandes sacudidas emocionales podemos bloquearnos y necesitamos tiempo para reencontrarnos, para comprender, aceptar e incluso aprender a vivir con esa nueva persona en la que nos hemos convertido.
El tiempo nos permite asumir una distancia emocional del trauma, así podemos visualizarnos desde una perspectiva objetiva y una posición de desapego. Como resultado, somos capaces de asumir nuestra cuota de responsabilidad y crecer.
Cada persona es diferente y cada trauma o herida también lo es. Estar preparados para seguir adelante lleva su tiempo y no existe una regla única, debes aprender a conectar con tu interior y escuchar las señales que te envía tu “yo”.
Estás preparado para seguir adelante cuando:
❤️🩹 El dolor se ha mitigado. Al mirar atrás te das cuenta de que, aunque la herida está ahí, ya no duele. De hecho, es probable que comiences a recordar más en los aspectos positivos que los que te causaban daño.
🌱🧠🌳Has aprendido. Al analizar lo ocurrido, logras encontrarle un sentido y comprendes dónde te has equivocado. Asumes la experiencia y esta te enriquece como persona.
🤪 Puedes "bromear" sobre lo ocurrido. Cuando eres capaz de reírte de lo que ha sucedido, significa que has superado el trauma, que has despojado la situación de su dramatismo inicial.
Todo nuevo comienzo Vale.
Si queremos avanzar con paso firme y sin remordimientos, es fundamental tomarnos el tiempo que necesitemos para sanar las heridas y reconstruirnos emocionalmente.
🕰️Date un tiempo en Psicoterapia.