Terapia Gestalt Infantil
Para que l@s niñ@s se desarrollen de la manera más completa posible, es imprescindible que aumenten la consciencia de su propio cuerpo, de sus sensaciones, sentimientos y de toda la realidad que está viviendo. La Terapia Gestalt infantil cree en las potencialidades de los niños y en sus tendencias innatas hacia la salud y el crecimiento.
¿Para qué una terapia gestáltica para niñ@s? La infancia es la etapa en que se construyen las bases de la personalidad para el resto de la vida. Toda vivencia y sensación en esta etapa, con las dificultades y problemas que se presenten, si no se resuelven, tendrán consecuencias a lo largo de sus vidas. L@s niñ@s pueden sentirse afectados por situaciones que pueden pasar desapercibidas a la vista de los adultos, o creer que para el niñ@ no es importante. La mayoría de las veces, el problema puede ser pasajero o formar parte del carácter y personalidad del niño. Puede ser que el niñ@ no encuentre la manera de resolver sus conflictos, o que tampoco los pueda superar con la ayuda de los padres. Una terapia de apoyo emocional da al niñ@ la oportunidad de expresar y liberar sus emociones, dándose cuenta y aprendiendo a gestionarlas. Inclinarse por una terapia gestáltica puede ayudar a resolver aquellos asuntos de manera lúdica y creativa, ya que fundamentalmente se trabaja a través del juego, manualidades, dibujos, juguetes, diferentes materiales, etc...
La terapia con niñ@s variará dependiendo del momento evolutivo en que se encuentren, pero un aspecto imprescindible que siempre es común independientemente de la edad será la importancia del contexto: principalmente la familia, después la escuela, los grupos de iguales… considerando la interrelación de los elementos del sistema familiar y la influencia recíproca, así como otras figuras adultas significativas para el/la niñ@. Podemos ayudar al niño a facilitar la integración y aceptación de situaciones o experiencias que le dificulten, le creen bloqueos o algún hecho traumático, como por ejemplo, la separación de los padres, nuevas parejas o miembros de la familia, enfermedades, la muerte, dificultades para expresar, celos, miedos, tristeza.... situaciones que el niño necesita ayuda para aceptar, integrar y superar.