27/05/2024
MANEJO RESPEUTOSO DE LOS BERRINCHES O RABIETAS
1. Concéntrate en controlarte a ti mismo, no a tu hijo.
Los padres deben modelar los tipos de comportamiento que quieren que sus hijos imiten.
Recuerda el efecto de las neuronas espejo.
2. Describe como espejo las emociones y reacciones que observas en tu hijo.
3. Sé empático con los sentimientos del niño/a porque para ellos son genuinos, por lo tanto válida.
Hablale de tus propias emociones ante situaciones en las que no puedes controlar algo.
4. Redirigir, redirigir, redirigir.
En lugar de decirle a tu hijo lo que no debe hacer, hay que ofrecerle un comportamiento positivo para sustituir la mala conducta.
5. Usa el tiempo fuera positivo
Si estás en casa, puedes preguntarle a tu hijo/a si le gustaría ir o que lo acompañes a su “lugar de calma” hasta que sus emociones se aplaquen. Este lugar de calma, es un espacio creado y decorado por el niño/a el cual contiene objetos y juguetes que le proporcionan paz y tranquilidad.
6. Educa para la vida
Una vez que la tormenta haya pasado, toma a tu hijo/a en brazos y hablen de lo que pasó.
La idea es que en un tono sin reproches, hables con el niño/a sobre lo sucedido, sobre los resultados y sobre las maneras adecuadas de pedir o hacer la cosas.
7. Entiende el significado que hay detrás del comportamiento
En múltiples ocasiones los berrinches corresponden a una necesidad de ser visto, de atención, de pertenencia o de conexión de los hijos con los padres.
Susúrrele al oído lo maravilloso que es, lo mucho que le quieres…