15/11/2025
EL JUICIO SIEMPRE ES CONFESIÓN. (Dime qué críticas y te diré que te duele)
La relación entre el juicio que emitimos hacia otros y la negación de esa misma cualidad o defecto en nosotros mismos es un concepto fundamental en el estudio de la autoconsciencia. Desde la "mirada de consciencia," este fenómeno se entiende no como un error moral, sino como un mecanismo de proyección que sirve de espejo para nuestra propia integración psíquica.
El juicio (la crítica, la desaprobación categórica) es inherentemente un acto de separación. Al juzgar un rasgo en el otro ("él es irresponsable," "ella es demasiado controladora"), la consciencia traza una línea divisoria: "Yo no soy eso" o "Eso es malo y está fuera de mí."
Este acto define al yo en oposición a lo juzgado. El juicio es, por lo tanto, la manifestación externa de una NECESIDAD interna de mantener la pureza, el control, o la superioridad percibida, a través de la exclusión de una cualidad.
El contenido que se critica en el otro es siempre un rasgo que la consciencia ha negado, reprimido o no ha logrado integrar en el propio ser. Este contenido negado constituye lo que se conoce como la Sombra personal.
Y la sobra opera así:
La persona considera que una cierta cualidad (ej. debilidad, ambición desmedida, pereza) es inaceptable o peligrosa para su autoimagen o supervivencia social. (Rechazo)
Esta cualidad es empujada fuera del campo de la consciencia (negación).
La cualidad negada no desaparece; mantiene una tensión energética que busca ser liberada o reconocida.
La consciencia invierte energía en mantener esta negación activa.
Aquí es donde se establece la correlación directa, la negación interna se mantiene a flote mediante la proyección.
El rasgo no integrado, reprimido o negado en el interior es proyectado o transferido al mundo externo, especialmente sobre aquellas personas que manifiestan ese rasgo de manera visible. El mecanismo es inconsciente y altamente eficiente.
El otro actúa como una pantalla, manifestando justo la cualidad que el sujeto ha negado en sí mismo.
Al criticar y condenar el rasgo en el otro, el sujeto:
- Evita la Autorreflexión: Desvía la atención de la propia incomodidad interna.
- Refuerza la Negación: Se reafirma en el "Yo no soy así," manteniendo la Sombra a raya.
La intensidad emocional y la vehemencia del juicio son directamente proporcionales a la profundidad de la negación interna. Cuanto más enérgico y recurrente es el juicio, más peligrosa se siente la cualidad negada para el ego.
Y es aquí donde sabemos que el ego se defiende para no aceptar el conflicto.
La correlación es que la crítica externa es el costo energético de la negación interna. El juicio es la evidencia de que existe un contenido no resuelto que está siendo proyectado.
Pero que pasa al ser visto?
La capacidad de observar el mecanismo de juicio y proyección sin identificarse con él. Cuando el individuo alcanza este nivel de observación, el juicio se transforma de un arma contra el otro (enojo, frustración etc.) en una herramienta de autoconocimiento, ésto al ser atendido con diversas herramientas en el cuerpo, en la mente y en las emociones,
desde esta perspectiva, el otro no es el problema, sino el MENSAJERO. La consciencia utiliza la incomodidad del juicio como una flecha que apunta directamente al aspecto que necesita ser traído a la luz e integrado. Al integrar la cualidad negada, el juicio se disuelve, dando paso a la empatía o, simplemente, a la indiferencia pacífica. La liberación de la consciencia consiste en dejar de ver la Sombra en el espejo del mundo y aceptarla como parte integral del propio ser.
Si quieres hacer consciente lo inconsciente para tener creaciones diferentes, te espero en consulta, existen herramientas que te permiten salir del dolor.