13/08/2025
Hoy estaba pensando…
A veces me doy cuenta de que, cuando vivo algo que me da miedo, lo guardo como si fuera un miedo nuevo. Incluso si la situación se parece a algo que ya viví, mi mente busca los detalles que la hagan distinta… y así el miedo se queda conmigo.
Pero con la felicidad no me pasa igual. Si vivo algo feliz y me resulta familiar, no lo guardo. Pienso “esto ya lo conozco” y sigo adelante. No me detengo a buscar lo distinto, lo que podría hacerla única.
¿Será que entrenamos más a nuestra mente para conservar miedos que para coleccionar momentos felices?