Psicología Clínica América Culiacán Sinaloa

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Equipo de psicólogos en Culiacán especializado en el cuidado de la salud mental, ofrecemos terapia psicológica para tratar ansiedad, depresión, estrés y otros trastornos emocionales, tanto en línea como presencial, con atención personalizada.

En 1859, la carrera del químico Robert Chesebrough parecía acabada. Su negocio de aceite de ballena se había vuelto obso...
05/12/2025

En 1859, la carrera del químico Robert Chesebrough parecía acabada. Su negocio de aceite de ballena se había vuelto obsoleto de la noche a la mañana tras el descubrimiento de petróleo en Pensilvania. Arruinado, viajó a los campos petroleros buscando oro negro. No lo encontró. En su lugar, encontró una sustancia pegajosa y molesta que los trabajadores llamaban cera de varilla.

Notó que los obreros maldecían una aquella sustancia cerosa, ya que atascaba los taladros. Pero también, moto algo curioso y sorprendente, los trabajdores también la untaban en sus cortes y quemaduras provocados por el trabajo, para sanar más rápido. Chesebrough recogió ese desecho industrial, se fue para su laboratorio y pasó cinco años filtrándola y perfeccionando la sustancia, hasta crear la jalea transparente que hoy conocemos como Vaselina. Al querer mostrar su invento y como curaba las heridas de forma rápida, nadie le creyó y muchos le dieron la espalda.

Para convencer al mundo, hizo lo impensable: se convirtió en su propio sujeto de pruebas. Viajó por Nueva York quemándose deliberadamente la piel con ácido y fuego frente a multitudes atónitas, solo para aplicar su invento y mostrar después sus cicatrices sanadas.

Su fe rozaba la obsesión: Robert comió una cucharada de Vaselina todos los días de su vida, convencido de que era vital para su salud. Aunque la medicina moderna dice que no tiene valor nutricional, él vivió hasta los 96 años, sobreviviendo a todos sus críticos.

En 1870 abrió su primera fábrica y, para 1874, ya vendía más de 1.400 frascos al día. El producto que nadie quería se había convertido en una sensación nacional.

Su "locura" terminó sirviendo a la humanidad de formas que él nunca imaginó. Durante la Primera Guerra Mundial, los soldados en las trincheras usaban la Vaselina para tratar el pie de trinchera y las quemaduras, valorándola tanto como el oro o los ci*******os.

En la Segunda Guerra Mundial, el gobierno de EE. UU. encargó gasas impregnadas con ella que salvaron a cientos de heridos por fuego. Incluso los exploradores del Ártico cargaban frascos porque sabían que era lo único que no se congelaba a temperaturas extremas, protegiendo su piel de vientos mortales.

Hoy, un frasco se vende cada 39 segundos en algún lugar del mundo. Robert Chesebrough murió en 1933, demostrando que la fe absoluta en una idea puede cambiar la historia, y que a veces, la línea entre la genialidad y la excentricidad se mide, literalmente, en cucharaditas.

Esta historia la realicé bajo la fuente de Smithsonian Magazine, The History of Vaseline. The New York Times Archives. Este contenido es informativo y educativo.

Tomado de la red.

Antes, una sola viga podía provenir de árboles que crecieron durante décadas, formando hasta 60 anillos muy compactos en...
05/12/2025

Antes, una sola viga podía provenir de árboles que crecieron durante décadas, formando hasta 60 anillos muy compactos en bosques naturales. Esa densidad daba a la madera una resistencia excepcional.

Hoy, debido al aumento de la tala y la alta demanda, se usan plantaciones de crecimiento rápido donde los árboles se cortan jóvenes, con apenas unos 15 anillos.

Al no tener tiempo para endurecerse, la madera resulta más ligera y menos durable, afectando su comportamiento en las construcciones modernas.

tomado de la red.

04/12/2025

Si alguien no saluda, pensamos que está enojado.
Si no responden, asumimos que hicimos algo mal.
Si alguien se ríe, sentimos que somos el motivo.

Pero no somos el centro del mundo.
La gente tiene su vida, su cansancio, sus procesos…
y la mayoría de las veces, nada de eso tiene que ver con vos.

Qué alivio, ¿no?
No todo es personal.
A veces la historia simplemente no te incluye,
y aprender eso también trae mucha paz.

En Psicología Clínica América te acompañamos a liberar esa carga, a dejar de interpretar de más y a vivir con una mirada más ligera y realista. 💚

03/12/2025

Si algo no sale perfecto, lo vemos como un desastre.
Si alguien se equivoca una vez, pensamos que “ya no sirve”.
Si el día empieza mal, damos por hecho que está arruinado.

Eso es pensamiento polarizado:
mirar la vida en blanco y negro, sin matices.
Y no es falta de inteligencia…
es falta de paciencia.

Porque entre el blanco y el negro hay miles de grises,
solo que para verlos necesitamos detenernos un momento
en lugar de dramatizar lo que sentimos.

En Psicología Clínica América te acompañamos a reconocer esos extremos y a encontrar un punto medio más amable, más real y más tranquilo para vos. 💚

29/11/2025

De imaginar lo que el otro piensa, de asumir que un silencio es enojo,
que un cambio de tono es culpa tuya,
o que una distancia significa desinterés.
Pero no podés leer la mente de nadie.
Y cada vez que intentás hacerlo, solo terminás discutiendo con tus propios miedos.
No estás adivinando lo que el otro siente…
estás proyectando lo que vos temés.
Eso no es intuición: es ansiedad.
En Psicología Clínica América te acompañamos a identificar esas interpretaciones y a construir una mirada más calma, consciente y realista de tus relaciones y emociones. 💚

28/11/2025

Incluso esos avances que nadie ve
o que a vos te parecen mínimos.
El progreso no siempre hace ruido:
a veces es elegir no rendirte,
levantarte otra vez,
o responder con calma donde antes había dolor.

Eso también es crecer.
Aunque sientas que estás quieto, seguís avanzando.
Cada pequeño movimiento cuenta más de lo que imaginás.

En Psicología Clínica América te acompañamos a reconocer y valorar tu propio proceso, incluso el más silencioso, para que puedas ver la fuerza que ya estás construyendo. 💚

27/11/2025

Esa sensación de “ganar” da la ilusión de que nada ni nadie puede lastimarte.
Pero la paz no se obtiene venciendo al otro…
La paz se elige.
A veces, soltar una discusión vale más que tener razón.

En Psicología Clínica América te acompañamos a construir una calma que no dependa del conflicto, sino de tu propia decisión de estar en paz. 💚

26/11/2025

Pero cuando has vivido mucho tiempo a la defensiva, cualquier comentario puede sentirse como una crítica.
Tu mente no busca conflicto; busca protegerte.
Esa defensa alguna vez fue necesaria para sobrevivir… pero hoy, tal vez, ya no lo sea.

En Psicología Clínica América te acompañamos a reconocer esos viejos reflejos y a construir una forma más segura, calmada y consciente de relacionarte.
A veces, bajar el escudo es el primer paso hacia una conexión más sana contigo y con los demás. 💚

SARAH GARRETT.....Tenía ocho años cuando su padre la perdió en una partida de cartas.Su hermana mayor tenía tres horas p...
23/11/2025

SARAH GARRETT.....
Tenía ocho años cuando su padre la perdió en una partida de cartas.

Su hermana mayor tenía tres horas para recuperarla antes de que llegara el cobrador.

Deadwood, Territorio de Dakota. 1877.

Un lugar donde la ley tardaba en llegar, el peligro acechaba y la supervivencia era solo para los despiadados.

Thomas Garrett lo había perdido todo: su participación en la mina, su salario, su autoestima; y ahora, sumido en la borrachera en el Gem Saloon, había perdido algo mucho peor:

a su hija.

El hombre que la recuperó fue Bullock;

no el sheriff, sino un tratante de mano de obra que «suministraba» niños a los campamentos mineros.

Niños de tan solo seis años pasaban jornadas de doce horas clasificando mineral hasta que sus pulmones fallaban o sus dedos se debilitaban.

La mayoría no vivía más allá de los catorce.

Thomas firmó el papel sin dudarlo.

Bullock recogería a la pequeña Emma al mediodía.

Cuando Sarah, de quince años, volvió de la lavandería y se enteró de lo que había hecho su padre, no lloró.

No gritó.

No se derrumbó.

Simplemente preguntó: «¿Cuándo?».

«Mañana. Al mediodía».

Tres horas hasta el amanecer.

Tres horas para salvar a su hermana.

Y Sarah tenía algo que su padre nunca tuvo:

claridad.

Conocía a Bullock.

Todo el mundo lo conocía.

Un hombre cruel que se escondía tras papeleo y respetabilidad.

Había hecho firmar a su padre un contrato,

lo que significaba que podía impugnarse.

Y Deadwood tenía algo más:

Un nuevo juez federal que había declarado públicamente que los padres no podían usar a sus hijos para pagar deudas.

Sarah no durmió.

Ni siquiera parpadeó.

Al amanecer ya estaba en el juzgado, sin aliento, decidida.

El secretario intentó despedirla:

las chicas de quince años no hablaban de leyes.

Pero Sarah sí.

Porque antes de que la bebida lo arruinara, su padre había sido oficinista… y ella había leído todos los libros de leyes que él dejaba por ahí.

Expuso el caso con la precisión de una abogada experimentada:

El contrato violaba las leyes laborales del territorio.

Constituía servidumbre por deudas de un menor.

Thomas Garrett estaba legalmente incapacitado debido a su estado de embriaguez.

El oficinista la miró fijamente. Luego asintió.

Despertó al juez.

El juez Isaac Parker —quien un día sería conocido como el “Juez de la Horca”— leyó el contrato, escuchó a Sarah e hizo algo extraordinario:

Emitió una orden judicial de emergencia, bloqueando el traslado y citando a Bullock y a Thomas Garrett a comparecer ante el tribunal esa misma tarde.

Cuando Bullock llegó a la cabaña de los Garrett al mediodía, con dos hombres detrás, encontró a Sarah esperándolo en el porche.

Sin temblar.

Sin suplicar.

Con una orden judicial federal en la mano.

Bullock se puso rojo de furia, pero no fue tan estúpido como para desafiar a un juez.

En la audiencia, el juez Parker no dudó.

Anuló el contrato.

Lo declaró un intento ilegal de trata de menores.

Advirtió a Bullock que cualquier intento posterior de cobrar el “pago” terminaría con él encadenado.

Luego se dirigió a Thomas Garrett.

Un padre que pierde a sus hijos en el juego pierde el derecho a ser padre.

Parker le retiró la patria potestad y —
en una decisión que conmocionó a todo el Territorio de Dakota—
nombró a Sarah, de quince años, tutora legal de su hermana.

Pero la victoria no les llenó el estómago.

Sarah ahora tenía que criar a una niña de ocho años,

sin dinero,

sin hogar,

y solo su trabajo de lavandera para sobrevivir.

Lo que hizo después se convirtió en leyenda.

Visitó a cinco mujeres de negocios en Deadwood:

dueñas de lavanderías, costureras y dueñas de pensiones,

y les propuso un trato:

“Trabajaré por un salario reducido.

Ustedes nos darán alojamiento y comida a mi hermana y a mí.

Yo haré los trabajos más duros y las jornadas más largas”.

Cuatro se negaron.

La quinta,
una viuda llamada Martha Bullock (sin parentesco con el traficante),
aceptó.

Durante los siguientes tres años, Sarah trabajó dieciséis horas al día.

Emma fue a la escuela;
Sarah insistió en ello.

Ahorró cada centavo.

Para 1880, había ahorrado lo suficiente para alquilar un pequeño local y abrir su propia lavandería.

En 1882, ya era suya.

Daba empleo a seis mujeres.

Pagaba salarios justos.

Ofrecía alojamiento a quienes lo necesitaban.

Emma, de trece años, llevaba la contabilidad.

Cuando Emma cumplió dieciocho años, Sarah pagó,
completamente con las ganancias de su negocio,
sus estudios en la escuela normal para que se convirtiera en maestra. Emma llegó a ser directora de escuela

y una de las defensoras más acérrimas de la reforma del trabajo infantil en el estado.

Sarah nunca se casó.

“Ya crié a un hijo”, decía con una sonrisa irónica.

“Lo hice mejor que la mayoría con la mitad de los recursos”.

Dirigió su empresa hasta 1910, dando trabajo a más de cien mujeres durante tres décadas.

Emma se jubiló como la primera superintendente de su condado.

Cuando Sarah falleció en 1923, su obituario mencionó su “exitosa trayectoria empresarial”.

Emma contaba la verdadera historia:

Una joven de quince años que tenía tres horas, un libro de leyes y la firme convicción de que la vida de su hermana no tenía precio.

El juez Parker dijo más tarde:

“La justicia no se trata solo de castigar a los culpables.

A veces se trata de reconocer la competencia donde nadie más la busca”.

La línea entre la tragedia y el triunfo es muy delgada.

A veces no es más que una adolescente

que se niega a aceptar que su hermana pueda ser intercambiada como fichas de póquer,

y que es lo suficientemente inteligente como para encontrar el único recurso legal que puede impedirlo.

Sarah Garrett no tenía dinero.

No tenía ropa

No tenía armas.

No tenía aliados.

El tiempo se le acababa.

Una mente forjada por la desesperación.

Y un amor tan fuerte que le permitió enfrentarse al mundo.

Y eso bastó.

Tomado de la red.

22/11/2025
22/11/2025

Que emocionarnos “demasiado” es una falla o una debilidad.
Pero no es así.
Las emociones no llegan para herirte, sino para señalarte algo importante.

La tristeza te muestra lo que te importa.
El enojo señala una injusticia.
El miedo te recuerda que hay algo que cuidar y proteger.

No se trata de reprimirlas ni de luchar contra ellas…
se trata de escucharlas y entender su mensaje.

En Psicología Clínica América te acompañamos a darle un lugar sano a tus emociones, para que puedas comprenderlas sin miedo y vivir con más claridad y equilibrio. 💚

20/11/2025

No siempre llega el perdón, la comprensión o la mejora que esperamos.
Pero eso no significa que estés condenado a vivir igual.

Hay un momento en el que entendés que el cambio real no siempre ocurre afuera…
A veces, el cambio sos vos:
cuando dejás de reaccionar de la misma manera,
cuando ponés límites,
cuando ya no entrás en dinámicas que te dañan.

Ahí es cuando todo empieza a moverse diferente.

En Psicología Clínica América te acompañamos a encontrar esa fuerza interior que te permite cambiar tu postura, tu energía y tu forma de habitar tus relaciones, para que puedas vivir con más paz y claridad. 💚

Dirección

Avenida Gral. Guadalupe Victoria Nte. 149, Primer Cuadro, Norte, Culiacán Rosales, Sin
Culiacán
80000

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Martes 8am - 7pm
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El inicio

En este Año El equipo de Psicología Clínica América nos hemos propuesto cambiar la dirección de nuestros caminos, tomando la decisión de aventurarnos en emprender nuestro propio consultorio, con la mejor intención de llegar a más personas y que nos permitan acompañarlos en el proceso de convertirse en una mejor versión de su Ser.

Ven a terapia, atiéndete, busca ser mejor persona cada día, decide y atrévete.

Te estamos esperando.