16/02/2021
Hoy vamos a hablar de la rutina diaria según el Ayurveda: Dinacharya. Nos escuchamos a las 10am en todos santos radio con la comadre de enjoy_the_silence_meditation. Mucha información, unas risas y nuestra meditación del día.
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¿Qué es Ayurveda?
Ayurveda nos enseña que para estar sanos y en equilibrio tenemos que vivir en armonía con el entorno y la naturaleza. Cuerpo, mente, alma y doshas provienen de ella, formados por los mismos cinco elementos primordiales que componen el universo: éter, aire, fuego, agua y tierra; así que el ser humano es una pequeña representación del cosmos.
Las fuerzas que rigen los ciclos naturales, la alternancia día-noche y el ritmo de las estaciones actúan también en nosotros y nos ayudan a vivir, pero nos condicionan, así que no podemos ignorarlos ni ir en contra de ellos. En otoño e invierno, por ejemplo, nos protegeremos del frío, que es un atributo propio de esta época y también de la sequedad, que es otro que nos afecta a nivel interno e igual de importante.
Es necesario entender que vivir separado o desvinculado de la naturaleza y sus ritmos y actuar en contra de nuestras necesidades naturales nos debilita y con el tiempo es causa de la mayoría de las enfermedades comunes. Ayurveda enseña a entender la naturaleza y a nosotros mismos a través de los doshas, para así poder adaptarnos a nuestras necesidades y tomar las decisiones sobre nuestro estilo de vida más adecuadas para nuestra salud. No en vano, Ayurveda significa “la ciencia de la vida”.
La mejor herramienta para sincronizar con nuestro entorno son las rutinas. El organismo las necesita, le ayudan a mantenerse, le dan fuerza y crean una base fisiológica y mental fuerte para que los doshas hagan sus funciones correctamente, además de regular nuestro reloj biológico. Estas rutinas han de ser saludables y adaptadas a nuestro dosha y en eso consiste la Dinacharya que os proponemos, ya que está pensada para los tres (con matices en algún punto).
El mejor ejemplo de rutinas poco saludables son los horarios para dormir, comer, trabajar, etc., que no tienen nada que ver con nuestras necesidades fisiológicas y acabamos obligando a nuestro cuerpo a cambiar sus ritmos para adaptarse a los de la sociedad. Sabiendo que, a veces, hacer lo adecuado para nuestro cuerpo supondría cambios vitales que no podemos asumir (como hacer la digestión antes de acostarse o dormir las horas que necesitamos), Dinacharya nos ayuda a paliar los daños.
Dinacharya son unos hábitos diarios saludables, pensados para sincronizar nuestros relojes biológico y “doshico”. El reloj biológico marca los horarios de necesidades fisiológicas y controla los órganos de más actividad en cada momento: La mañana es del pulmón, el medio día del estómago, la primera hora de la tarde del hígado y la última de la tarde del colon y de los riñones. El reloj «doshico» marca la predominancia de las funciones de un dosha en cada parte del día: De 2 a 6 rige Vata, de 6 a 10 Kapha y de 10 a 2 Pitta (tanto a.m. como p.m.).
La madrugada es Vata; es cuando nos levantamos, evacuamos, meditamos y trabajamos la respiración; todo propio de Vata. También la primera hora de la tarde, cuando nos sentimos animados y con ganas de hacer cosas, impulsados por el movimiento y la alegría de Vata.
El Mediodía y la primera parte de la noche son horas donde se realizan las funciones digestivas y metabólicas, regidas por Pitta: comemos y hacemos una parte de la digestión.
Kapha domina en la última parte de la mañana y de la tarde, cuando nos baja un poco la energía y nos sentimos pesados, atributos propios de Kapha.
En general, Vata es el dosha al que más le convienen las rutinas, ya que le ayudan a equilibrarse, aunque le cuesta mucho asumirlas por su naturaleza irregular. A Kapha le gustan las rutinas y se las crea, pero en muchas ocasiones elige las dañinas y después le cuesta abandonarlas. Pitta puede adoptar y dejar rutinas con facilidad, pero le cuesta distinguir entre beneficiosas y dañinas.
Amanecer: La recomendación original es levantarse 45 minutos antes de la salida del sol, pero podemos adaptarlo a nuestras circunstancias, lo importante es hacerlo lo más cerca del alba. Lo primero que hacemos al levantarnos es evacuar o***a y heces.
Higiene bucal: Tras evacuar, nos lavamos las manos y después los dientes, con cuidado de no dañar la lengua o la boca con un cepillo o dentífrico agresivo. La recomendación original incluye las ramas de algunos arbustos (algunos con propiedades) de un solo uso con las que frotar los dientes y polvos de sándalo o cúrcuma que sí que podemos usar hoy en día, mezclados con unas gotas de aceite de sésamo (hay que tener en cuenta que la cúrcuma puede dar una tonalidad amarillenta). Una alternativa sana son las pastas de dientes naturales hechas con plantas.
Es muy importante limpiarse la lengua con un raspador de cobre (nunca con el cepillo de dientes). Pasamos el raspador de atrás hacia adelante por toda la superficie, sin apretar demasiado, 5 o 6 veces, limpiando bajo el grifo el ama (toxina) que vamos arrastrando. Esta práctica mejora la percepción de los sabores, combate el mal aliento y evita que ingieras las toxinas producidas durante la noche.
Enjuague bucal con aceite tibio. El más común es el de sésamo porque sirve para los tres doshas, pero Pitta en verano pude usar coco o no calentar el sésamo para no aumentar su fuego interno innato. Se usa una cantidad pequeña que te permita moverlo enérgicamente por la boca durante un minuto y escupir. Fortalece dientes y encías, ayuda a eliminar las toxinas que se acumulan en la boca durante la noche, hidrata y protege los labios, mejora la percepción de los sabores y calma Vata.
Nasya: Consiste en la aplicación de un par gotas de aceite de sésamo tibio en cada fosa nasal, con la cabeza un poco inclinada hacia atrás para que baje por el tabique hacia la garganta. Masajeamos suavemente los laterales de la nariz unos segundos para ayudar a que arrastre el exceso de mucosidad, que iremos escupiendo (irá saliendo unos minutos). Es posible, que una persona con predominancia Vata note después una sensación de sequedad interna al despejarse las vías, por lo que debería valorar si es necesario realizar Nasya cada día o solo días alternos. Esta práctica ayuda a eliminar toxinas y fortalece los órganos sensoriales. También se puede hacer con ghee, que potencia el efecto beneficioso para la energía mental que proporciona Nasya.
Pranayama básico (técnicas de respiración) para trabajar los tres doshas. Se trata de dedicar 10 minutos a respirar conscientemente, sentada con la espalda recta y el cuerpo relajado. Como rutina diaria podemos hacer unos minutos solo conectando con la respiración completa (abdomen, costillas y pecho) para tomar conciencia y pasar de forma natural a un pranayama sencillo, inhalando por la nariz en 3 (tres segundos inhalando) y exhalando por la nariz en 6 (6 segundos exhalando), pudiendo ampliar los tiempos con la práctica, siempre en esta misma proporción. Mantener durante 10 minutos.
Ejercicio físico: una vez activada la respiración la energía también se activa y podemos hacer nuestra práctica de ejercicio suave. Lo mejor es integrarlo en la rutina de la mañana aunque sea poco tiempo, siempre que seamos constantes; pero si no se puede, lo importante es hacerlo, así que por la tarde teniendo en cuenta el estado de nuestro cuerpo, también sería válido. La mejor práctica en la mañana es yoga, una sencilla serie de estiramientos y saludos al sol hará que notemos los efectos enseguida, mejora el estado de ánimo y el apetito y mantiene los tejidos en forma.
Abhyanga: un auto masaje suave de pies a cabeza con aceite de sésamo tibio (en verano no hace falta calentar). Este es el mejor aceite en general para cualquier dosha y el que mejor penetra en los tejidos, pero Pitta tiene que controlar su calor interno así que, en ocasiones, el aceite de coco puede ser mejor. Se realiza de forma suave y lenta de abajo hacia arriba (hacia el corazón), aunque a Kapha le puede parecer más agradable algo más de presión. Si no da tiempo a hacerse todo el cuerpo, al menos masajear cabeza, vientre, pies, lumbares y orejas; con diez minutos es suficiente. Este masaje mejora la circulación, calma Vata, nutre, rejuvenece los tejidos, desintoxica y estimula la percepción sensorial a través del tacto, ayudándonos a conectar con el entorno.
También puedes aplicarte el aceite antes de realizar tu práctica de yoga; esto hará que vaya penetrando y que los movimientos realicen un masaje en todo tu cuerpo.
Udvartana (Exfoliación): la forma tradicional era usar polvos de plantas, algunas medicinales, mezcladas o no con aceites para frotar la piel y retirarlo después con un baño. Podemos usar harina de garbanzo y agua después del masaje, aunque no cubramos toda la piel. La piel de Kapha es más gruesa y nutrida, pero para Vata y Pitta que la harina de garbanzo les puede resultar muy áspera, mejor usar solo polvos de sándalo con un poco de aceite (haz la prueba para comprobar qué le va mejor a tu piel) . Repartimos la pasta, frotando suavemente la piel y después aclaramos (es mejor hacerlo directamente en la ducha). Esta rutina es recomendable, pero no es necesario hacerla a diario.
Baño: nos aclaramos y retiramos toda la toxina que hemos sacado. No es recomendable usar jabón a diario, ni frotar mucho para que se vaya el aceite. El agua muy caliente en la cabeza no es lo más adecuado y menos para Pitta o en verano.
Dormir: tener una rutina de sueño ordenada es de lo más importante, sobre todo para Vata que tiene un sueño irregular y a menudo no descansa bien. Acostarse pronto y con la digestión hecha es la clave para empezar temprano y descansados el día, obteniendo tiempo para nuestra rutina y favoreciendo este ciclo positivo de cambio. Durmiendo descansan la mente y los sentidos.
Ayurveda considera que dormir de día solo se recomienda a ancianos, niños, enfermos o casos de debilidad. Lo mejor es dormir teniendo en cuenta el dosha, la edad y nuestro estado. Generalmente, Vata puede pasar con menos horas y es bastante irregular, Pitta duerme 6-7 horas y Kapha, que duerme más profundo, suele necesitar unas 8 horas. Sabiendo nuestro dosha, podemos adaptarnos a lo que necesite nuestro cuerpo o comprender sus mensajes.
Consejos:
Pide prestado o compra un calienta biberones de segunda mano para calentar los aceites. Lo puedes tener en el baño, ocupa y gasta poco y es rápido.
Organiza un pequeño espacio del baño donde tengas todo lo relacionado con tu rutina, de forma que no tengas que perder tiempo buscando en varios sitios.
Para dormir relajado y levantarse descansado es recomendable una cena ligera, como cremas de verduras, caldos, arroz, etc. También escuchar música tranquila, un auto masaje suave en el cuello, cabeza o pies o un vaso de leche vegetal tibia con ghee y nuez moscada, sobre todo para Vata.