14/10/2025
¿Qué es una Vättabarn?
En las frías tierras del norte, donde los bosques parecen susurrar y las piedras guardan secretos, se habla desde hace siglos de pequeños seres que viven bajo la tierra: los vättar. En la tradición sueca y nórdica, una Vättabarn sería, literalmente, un “niño de los vättar”, una de esas diminutas criaturas que habitan en cuevas, raíces o bajo las casas humanas.
Según el folclore escandinavo, los vättar son seres invisibles para la mayoría de los humanos, pero muy reales para quienes respetan la naturaleza. Pueden ayudar a las familias, cuidar los animales y mantener la armonía en la granja… pero si se les ofende, pueden causar travesuras o desgracias.
El etnólogo Bengt af Klintberg, en su obra “The Types of the Swedish Folk Legends” (Almqvist & Wiksell, 2010), describe a los vättar como “los habitantes subterráneos que reflejan la conciencia del campesino hacia la naturaleza, una mezcla de miedo y respeto por lo invisible”.
Los niños del mundo oculto
El término Vättabarn no aparece con frecuencia en los textos antiguos, pero se usa en algunos relatos orales para hablar de las crías o pequeños de los vättar. En las viejas historias recopiladas por Gunnar Olof Hyltén-Cavallius, en “Wärend och Wirdarne: ett försök i svensk ethnologi” (1863), se narra cómo una mujer campesina descubrió que el bebé que cuidaba era un “niño cambiado” por los vättar, lo que demuestra la creencia de que estos seres también tenían familias y descendencia.
Estos niños ocultos solían representar el vínculo entre el mundo humano y el subterráneo: una advertencia sobre el respeto al entorno natural y a lo que no comprendemos.
Entre la tradición y el mito
Autores modernos, como John Lindow en “Norse Mythology: A Guide to the Gods, Heroes, Rituals, and Beliefs” (Oxford University Press, 2001), explican que los vättar pertenecen al mismo universo que los elfos y los espíritus del hogar, seres que encarnan el equilibrio entre la humanidad y la naturaleza.
Así, una Vättabarn puede verse como la parte más inocente y cercana de esa mitología: un recordatorio de que incluso los espíritus más pequeños merecen respeto. En las sagas y cuentos nórdicos, todo lugar habitado —una piedra, un árbol, una casa— puede tener vida y guardián propio.
La enseñanza detrás del mito
Las historias sobre los vättar, los tomtar y las Vättabarn no son sólo cuentos. Enseñan algo muy humano:
que el respeto hacia la naturaleza trae armonía,
que lo invisible también importa,
y que la imaginación puede ser una forma de sabiduría ancestral.
Como escribió el folklorista sueco Åke Hultkrantz en “The Religions of the American Indians and the Nordic Peoples” (University of California Press, 1981):
> “El mito nórdico es una forma de diálogo con la tierra, donde cada piedra y cada criatura tiene voz.”