06/10/2025
Este lugar no me pertenece.
Lo camino descalza como invitada, reconociendo que la invitación viene primero, la entrada después.
Cada planta que cultivo no me pertenece.
La indicación del Ser viene primero, el ofrecimiento de la planta que me indica qué partes tomar y cuáles no, viene primero. Mi mano, siempre, después.
Aunque en un principio pensé, muy humanamente, que era mi decisión trabajar con las plantas y su medicina, pronto entendí que yo no soy la jefa sino que trabajo PARA ellas, cultivando mi silencio y percepción para escucharlas con la mayor claridad posible. Cultivando mi atención y amor para trabajarlas con el mayor respeto, humildad y honestidad posible.
Es muy humano pensar que al comprar con dinero -y eso es, con trabajo, esfuerzo y muchísima fe- un pedazo de tierra nos pertenece.
Lo único que compramos es el privilegio de ser guardianes temporales de ese espacio. Lo que pagamos es la responsabilidad de cuidar la vida que ahí habita, que ha estado ahí desde el inicio mucho antes de que yo existiera y que después cuando yo parta ahí seguirá.
Así que cada fórmula que llega a tus manos no es mi creación. Son las plantas, es la vida, el Ser ofreciendo su medicina para ti. Mi trabajo es solamente un eslabón de servicio y amor.
Gracias por formar parte del flujo 🌿