20/11/2025
Cuando una palabra sostiene… o rompe a una familia
En una familia, nadie habla en solitario.
Cada palabra es una cuerda: sostiene, enreda o corta.
Papá puede dar seguridad… o soltar sin querer a quienes confían en él.
Mamá marca el tono emocional: sus palabras calman o desatan tormentas.
Los hijos no gritan para herir, gritan porque nadie los escuchó a tiempo.
Los hermanos cargan etiquetas que los acompañan toda la vida.
Los abuelos heredan historias… o repiten heridas.
Los primos pueden ser pertenencia o rechazo.
Una sola frase puede cambiarlo todo.
En una familia todos están conectados:
Lo que uno dice, a todos afecta.
Lo que uno calla, a todos lastima.
Cuidemos nuestras palabras.
A veces son el n**o que salva…
y otras, las tijeras que cortan a quien más necesita ser sostenido.