19/06/2021
¿CÓMO ME LIBERO DE MI LADO OSCURO?
No vamos a hablar del lado oscuro de la fuerza de Star wars, ni de la película de Cruella, sino de la dualidad que existe en nuestro interior, de la lucha del bien y el mal dentro de nosotros.
Carl Jung (1875-1961) afirmaba que la mente humana se compone de diferentes contrapuestos que generan tensión psicológica al oscilar entre la luz y la oscuridad, el bien y el mal, la parte femenina y masculina de cada persona, etc. Dichos opuestos siempre se implican mutuamente.
A estos opuestos les denominó "sombras" los cuales son uno de los arquetipos del inconsciente personal.
¿QUÉ ES EL ARQUETIPO DE LA SOMBRA?
Es nuestro yo primitivo, incontrolable, salvaje, que lucha y es rechazado por las ideas, costumbres, valores que la familia, la escuela, la religión y la sociedad nos ha inculcado.
La sombra representa el lado oscuro de nuestra personalidad, nuestros instintos naturales, se manifiesta en nuestros miedos, frustraciones e inseguridades y ocasionalmente en nuestros deseos o sueños reprimidos, los cuales ocultamos a los demás, es decir los desterramos del comportamiento consciente.
Nunca desaparece, se mantiene oculto en el inconsciente esperando la oportunidad de salir. Siempre sentimos esa sombra inconsciente escondida detrás de nuestro rechazo inflexible hacia diferentes cuestiones, o detrás de sentimientos sutiles de culpabilidad e inseguridad.
¿CÓMO SURGE MI LADO OSCURO O SOMBRA PERSONAL?
Surge de nuestros instintos y el inconsciente colectivo o memoria genética (mitos universales repetidos a lo largo de la historia, temas culturales comunes e inconscientes de la humanidad. Por ejemplo: un bebé de 8 meses descubre el placer de tocarse sus genitales después del baño, disfruta de forma instintiva y natural el placer sexual de la masturbación.
La sombra personal se va desarrollando desde la infancia a partir de nuestras experiencias y del aprendizaje social, donde se van filtrando y desechando aquellas ideas o conductas que no se consideran adecuadas según las normas morales, religiosas, familiares, escolares y el contexto cultural en el que nos hemos educado.
Cuando los niños tienen un pensamiento o conducta inaceptable para la sociedad en que vive, sentirá ansiedad, rechazo, humillación o vergüenza; la sensación será tan desagradable que terminará reprimiendo o adormeciendo esa parte de sí mismo que considera prohibida. Y para rellenar ese vacío el infante crea un falso Yo, cuya función es mitigar el sufrimiento por la pérdida de su integridad original, su totalidad individual.
Cada cultura esconde en un rincón oscuro diferentes ideas o creencias que son catalogadas como indeseables, las cuales se inculcan en cada individuo, prohibiéndole desarrollar su verdadero ser. Por ejemplo: en las religiones cristianas se niega la masturbación, el s**o prematrimonial, la homosexualidad, las fantasías sexuales y el placer del cuerpo, en su lugar se práctica la monogamia, la fidelidad, el matrimonio. Hay religiones que prohíben ciertos alimentos, los budistas no comen carne y los judíos no comen cerdo.
Si a los niños se les inculca un miedo moral hacia su propio universo mental interior, lo tratará de anestesiar y extirpar de su experiencia interna. Cuando un niño es creativo y hace dibujos y se le dice que sus creaciones están feas, nunca más volverá a dibujar y ese sufrimiento inconsciente le impedirá realizar aquello que más le apasiona.
¿CÓMO IDENTIFICO MI LADO OSCURO?
Todas las personas llevamos dentro luz y oscuridad. Una es la parte correcta, noble y amable (es una máscara social) y la otra es nuestra parte oscura, reprimida y generalmente inexplorada, la cual alberga instintos heredados, como: la lujuría, las fantasías sexuales y sádicas, la rabia, la violencia, el odio, la mentira, la vergüenza, los celos, la culpa las ideas homicidas, suicidas.
1. OBSERVANDO MIS VALORES, CREENCIAS Y HERIDAS DE LA INFANCIA.
Esa oscuridad la notamos cuando se confrontan nuestros valores (adquiridos culturalmente y programados por la familia) y ciertas actitudes y rasgos inconscientes de nuestra personalidad que el Yo consciente rechaza por no reconocerlos como propios. Por ejemplo: los primos no se casan, pero sucede que en una familia, hay dos primos que se han enamorado, se sienten felices juntos y les gustaría tener una relación.
Cuando desechamos de nuestro interior aquello que no es aceptado por la sociedad, pero que es parte de nuestro instinto se reduce progresivamente nuestra identidad, empobreciendo y distorsionando lo que somos, aniquilando nuestro yo autentico.
Sentiremos como nuestra propia sombra lucha para hacerse oír ante la conciencia, camuflándose en forma de heridas de la infancia, como: ansiedad, miedo, injusticia, vergüenza, culpa, tristeza o humillación.
Las heridas de la infancia surgen en el momento en el que nuestros padres censuran de forma agresiva nuestros instintos naturales, para suplirlo por su visión adulta de ética y moral.
2. DETECTANDO MIS PROYECCIONES.
Cuando interpretamos de forma negativa nuestro lado oscuro y lo rechazamos, comúnmente lo proyectamos sobre los demás.
El fenómeno de la proyección es un mecanismo de defensa de la mente que consiste en atribuir al mundo externo y a los otros, nuestros vacíos, carencias, culpas o maldad, para luego decir que lo negativo procede del exterior y así perseguirlo hasta aniquilarlo.
La proyección recoge nuestras partes negadas para construir un enemigo, percibiendo en él otro aquellos aspectos que nos resultan insoportables en nosotros mismos. La proyección de los defectos en el otro, es un espejo de aquello que odiamos en nosotros mismos.
Cuando alguien, con su actitud o sus ideas, nos afecta emocionalmente y respondemos de forma exagerada en su contra, lo más probable es que estemos proyectando nuestra sombra.
Aunque las proyecciones también pueden ser positivas, generalmente lo que advertimos en los demás son esas cualidades que nos resultan más insoportables de nosotros mismos.
¿QUÉ HAY EN EL FONDO DE NUESTRO LADO OSCURO?
En nuestro lado oscuro se esconden el potencial y las habilidades que no hemos desarrollado, aquellas cualidades de nuestra verdadera naturaleza que no hemos manifestado porque las hemos desterrado a las profundidades.
Aquello que hemos reprimido contiene también cualidades buenas como: instintos de preservación, impulsos creadores, emociones fuertes (como el amor y la alegría), la sabiduría instintiva, dones espirituales, conexiones con la naturaleza y energía sexual.
Solo aceptando la existencia de la sombra podremos descubrir las cualidades que encierra, porque en la oscuridad no solo existe maldad, simplemente es lo opuesto al punto de vista de la sociedad en la que habitamos.
Como ejemplo, basta revisar en la historia de la humanidad como aquellos grandes pensadores fueron reprimidos, negados y castigados en su tiempo, cuando realizaron grandes descubrimientos, publicaron su obra o expusieron sus ideas las cuales se oponían a lo que estaba socialmente permitido en su época (como el propio Jesucristo, Galileo Galilei, Sigmund Freud o el Marqués de Sade), con el paso del tiempo sus ideas cambiaron al mundo.
¿CÓMO ME LIBERO DE MI LADO OSCURO?
La respuesta es clara, no debo negar mi lado oscuro. Debo identificarlo, desarrollarlo, dejar de negarlo e integrarlo en mi personalidad. En medida que me reconozca con virtudes y defectos, con bondad y maldad, con luz y oscuridad, podré construirme con un ser integral, completo que desarrolle todo su potencial.
Lo anterior implica confrontar mis creencias, valores, ideologías, a mi familia, a la escuela, a la sociedad, a las leyes y todo aquello que me impida ser autentico.
Por ello, aquí presentamos 5 estrategias para integrar la luz y oscuridad de mi interior y así llegar a la autenticidad y autorrealización:
1. "INVESTIGAR QUE ACTITUDES Y RASGOS NOS MOLESTAN DE LOS DEMÁS Y EN QUE GRADO NOS AFECTAN”. Si yo lo que más odio y detesto es la soberbia, es probable que esté proyectando mi propia sombra, aunque me sea extremadamente difícil admitirlo. No todo lo que criticamos es una proyección, pero si actuamos desproporcionadamente ante lo que objetivamente no tiene tanta importancia significa que algo se ha activado en nuestro inconsciente.
Si en vez de enojarnos con el mundo, ponemos atención en nuestras proyecciones, podremos cambiar nuestra idea y sentimientos hacia la gente que nos rodea.
2. "DEJAR QUE MI SOMBRA ACTÚE NATURALMENTE SIN TEMOR A LA CRÍTICA". La mejor forma de integrar nuestra oscuridad interior es afrontarla sin miedo, conocerla conscientemente, admitir que esas características y atributos negativos que rechazamos en nosotros realmente existen y los hemos ocultado o rechazado por motivos sociales, culturales y morales.
3. “IDENTIFICAR Y RECONOCER CON CLARIDAD MIS SOMBRAS Y DEJARLAS FLUIR”. Tener conciencia de nuestra sombra es un reto moral, que comienza con “querer darse cuenta” de nuestra parte negativa que rechazada (nuestra maldad, avaricia, codicia, envidia, celos, lujuria, etc.) para hacer conscientes nuestros conflictos inconscientes. Así podremos aprender a adueñarnos de nuestras proyecciones y recobrar toda la energía y fortaleza que oculta nuestra sombra.
Cuando descubrimos nuestro lado oscuro empezamos a relacionarnos con nuestro inconsciente (que va dejando de ser un desconocido) y vamos reorganizando nuestra personalidad y expandiendo nuestra identidad.
4. "RECONOCER EN MI CUERPO LOS SÍNTOMAS NEGATIVOS DE MI LADO OSCURO" Hay que prestar atención a nuestras sensaciones corporales y a nuestras emociones para descubrir su lenguaje, haciendo a un lado las justificaciones.
Si siento ansiedad debo aceptar que yo soy el único responsable de generarla, que mis pensamientos oscuros son los que causan mi tensión física. Debo ser plenamente consciente de mis temblores, taquicardias y estremecimientos, sentir mis latidos acelerados, mi respirar entrecortado, mi angustia vital. Aceptar que yo soy el único causante de mi malestar.
Aceptar en mí sombra las emociones, como la ira, no significa que debo pelear, gritar o romper cosas, sino ser consciente de mi rabia para después poder integrarla en mi mundo mental, hasta donde puede llegar y que tanto daño me puede causar.
Examinar cuáles son mis límites y mi capacidad para hacer el bien y el mal me permiten descubrirme en totalidad y saber hasta dónde soy capaz de llegar.
5. "ASUMIR MI SOMBRA COMO UN ALIADO QUE ME COMPLETA Y ME LLEVA A LA AUTENTICIDAD Y AUTORREALIZACIÓN". Si incorporo mis demonios internos (mis temores, decepciones, proyecciones y traumas del pasado), los puedo transformar en mis aliados o convertirlos en cualidades positivas.
Jung decía que no hay luz sin sombra, ni totalidad psíquica libre de defectos, por lo que nuestra tarea en la vida no es alcanzar la perfección, sino estar completos.
Aceptándonos plenamente implica integrar nuestra sombra en nuestra personalidad, llegando a un acuerdo con ella para poder controlarla. Esta integración nos enriquece al complementarse los impulsos de la sombra con otros aspectos personales conscientes, y quizá podamos llegar a lo que Jung denominó el proceso de individuación, la autorrealización total y profunda de uno mismo.
Un ejemplo: si he reprimido mi perversión sexual y me dedico al dibujo, podría integrarlo y descubrirme como un artista visual con una magna obra erótica, como lo hicieron: HR Giger, Masamune Shirow, Luis Rollo y Boris Vallejo.