05/09/2025
El paso del tiempo también se escribe en la columna vertebral
Observa con atención esta imagen:
🔼 Arriba: un disco intervertebral sano.
🔽 Abajo: un disco desgastado y degenerado.
No es un esquema, es una realidad anatómica.
Dos versiones de una misma estructura que día tras día sostiene tu cuerpo, amortigua impactos y te permite moverte sin pensar en ello.
🔹 El disco sano
- Grueso, hidratado y elástico.
- El núcleo pulposo mantiene su consistencia gelatinosa.
- El anillo fibroso lo contiene, garantizando flexibilidad y resistencia.
Así debería funcionar una columna: estable, ágil y libre de dolor.
🔸 El disco degenerado
- Deshidratado, fisurado y colapsado.
- El espacio entre vértebras se reduce.
- Aparece la rigidez, el dolor y la limitación de movimiento.
¿Por qué ocurre esto?
• El envejecimiento natural.
• Sobrecarga repetitiva o malas posturas.
• Sobrepeso e inactividad.
• Predisposición genética o microtraumas acumulados.
Este contraste es más que una comparación anatómica:
Es una advertencia silenciosa de lo que puede suceder si no cuidamos nuestra columna.
Cada hábito cuenta:
-Moverte.
- Fortalecer el core.
- Mantener un peso saludable.
- Vigilar tu postura.
No es solo estética.
Es proteger tu calidad de vida para los años que vienen.
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Recordatorio esencial: La información presentada tiene carácter académico y educativo. No constituye consulta médica, ni debe ser utilizada para autotratarse. Si tienes molestias o preocupaciones, consulta a tu médico de confianza.