07/10/2025
Iatrofóbia Invertida : la enfermedad que no figura en los manuales
Ingresos innecesarios, exigencias desmedidas y hospitales convertidos en pseudoalbergues.
El otro día, en plena guardia, lo pensé en silencio:
Ya no es el paciente el que me da miedo… son sus familias.
Y no hablo de violencia física (aunque también existe).
Hablo de exigencias cada vez más frecuentes:
👉 “Sede a mi padre.”
👉 “O lo ingresan, o no me lo llevo.”
👉 “Esto lo hace o pongo una reclamación.”
Bienvenidos a la iatrofobia invertida: el miedo del médico hacia quien debería cuidar.
Ese miedo no se estudia en la facultad. No hay capítulo en los manuales de medicina interna que explique qué hacer cuando un familiar convierte la presión emocional en criterio clínico.
Porque sí: la presión modifica la práctica.
Ingresos que no son estrictamente necesarios.
Sedaciones confundidas con eutanasia.
Hospitales de agudos transformados en pseudoalbergues donde la claudicación familiar se maquilla de urgencia médica.
Mientras tanto, el equipo sanitario se reduce a la mínima expresión:
1 médico, 1 enfermera, 1 auxiliar.
Tres personas sosteniendo decenas de pacientes… y también la tensión de quienes exigen más de lo que la realidad permite.
Lo más irónico es que este fenómeno tiene un sustento neurobiológico muy claro:
🧠 La amígdala del médico se activa cada vez que percibe amenaza.
⚡ El cortisol se dispara.
⏳ Y el cerebro, en lugar de decidir con base en la clínica, decide con base en la defensa.
No haces lo que harías en condiciones normales.
Haces lo que evita una denuncia, una queja, un conflicto que puede arruinarte la carrera.
El costo es brutal.
El paciente pierde calidad de atención.
El médico pierde libertad clínica.
El sistema pierde recursos.
Y lo que más duele: perdemos la esencia de la medicina.
Ya no tenemos tiempo (ni espacio emocional) para explicar la diferencia entre confort y eutanasia, entre ingreso y claudicación, entre cuidar y delegar.
El miedo nos arrancó la palabra. Y sin palabra, no hay vínculo.
Lo que nadie se atreve a decir en voz alta es que la medicina se está convirtiendo en un campo de batalla silencioso:
– El paciente pide humanidad.
– La familia exige soluciones inmediatas.
– El médico teme al reclamo.
Y en medio de todo, la confianza se desangra.
No es sostenible.
Un sistema basado en la exigencia y el miedo está condenado a fracturarse.
No por falta de tecnología ni de fármacos, sino porque hemos normalizado la idea de que la medicina es un servicio a la carta.
La medicina debería ser ciencia y humanidad, no obediencia ciega.
Y si seguimos sin decirlo, acabaremos transformando los hospitales en trincheras.
🤔 Te pregunto:
¿Hasta qué punto estamos curando… y hasta qué punto simplemente estamos obedeciendo al miedo?
⚠️ Si la medicina sigue dictada por el miedo, pronto no habrá hospitales… solo trincheras.
Lo irónico es que te pasas la vida estudiando para CUIDAR del paciente y terminas CUIDÁNDOTE del paciente (y de la familia también).
PD: lo encontré en la red y me pareció interesante compartirlo. Algunos (muchos diría yo), se ha visto en esta situación.