22/09/2025
El GLP-1 y GLP-3 es el futuro en el tratamiento de la obesidad el control de peso la diabetes tipo 2 y potencialmente, otras condiciones como las adicciones y las enfermedades cardiovasculares.
El GLP-1 (péptido 1 similar al glucagón) es una hormona natural que el cuerpo produce para regular el nivel de azúcar en la sangre, el apetito y la digestión. Los medicamentos agonistas del receptor GLP-1 son versiones sintéticas de esta hormona que imitan sus efectos para estimular al páncreas a producir insulina, ralentizar el vaciamiento del estómago y disminuir el apetito, ayudando así a controlar la diabetes tipo 2 y a la pérdida de peso.
Funciones del GLP-1
Control de la glucosa:
Tras la ingesta de alimentos, el GLP-1 natural se libera en el intestino y señala al páncreas que libere insulina, lo que ayuda a reducir el azúcar en la sangre.
Regulación del apetito:
El GLP-1 también actúa sobre el centro de la saciedad en el cerebro, lo que disminuye la ingesta de alimentos y la sensación de hambre.
Efectos gástricos:
Retrasa el vaciamiento del estómago y disminuye la secreción de ácido, lo que contribuye a sentirse lleno por más tiempo.
Medicamentos Agonistas del Receptor GLP-1
Mecanismo:
Estos medicamentos funcionan imitando la acción de la hormona natural GLP-1 en el cuerpo.
Usos:
Se recetan para tratar la diabetes tipo 2 y, en dosis más altas, para la obesidad y la pérdida de peso.
El GLP-3: El péptido similar al glucagón 3 (GLP-3) es una hormona peptídica que, aunque menos conocida que el GLP-1, desempeña un papel en la función metabólica y la saciedad. Es parte de una familia de hormonas que regulan procesos fisiológicos y, en el contexto de la pérdida de peso, puede ayudar a controlar el apetito, regular los niveles de glucosa en sangre y contribuir a la sensación de llenura.
Función del GLP-3
Regulación del apetito y la saciedad: El GLP-3 puede influir en los centros de control del apetito en el cerebro, promoviendo la sensación de saciedad y reduciendo el deseo de comer.
Metabolismo de la glucosa:
Al igual que otras incretinas, el GLP-3 podría participar en la regulación de la secreción de insulina y el metabolismo de la glucosa, ayudando a mantener niveles estables de azúcar en sangre.
Salud intestinal:
Se ha observado que el GLP-3 juega un papel en el crecimiento intestinal y la reparación de la barrera intestinal.
Contexto en el tratamiento de la obesidad Terapias modernas:
El GLP-3 se está investigando y utilizando en tratamientos para la pérdida de peso, ya que puede complementar la acción de otros péptidos similares al glucagón para un control más completo del metabolismo.
Enfoque individualizado:
Entender los niveles de hormonas como el GLP-3 puede ser clave para identificar las causas de las dificultades en la pérdida de peso y desarrollar estrategias personalizadas de tratamiento.
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