13/11/2018
"Haces" lo que sabes "ser"
La caja esta llena de pensamientos y hábitos de los que has decidido deshacerte. Personas y situaciones tan pesadas en críticas y negatividad que te restan demasiada energía. Te diste cuenta que para tener un cambio, habría que tomar decisiones diferentes.
Ya no quieres tener ansiedad, ya te cansaste de tu mediocridad, quieres dejar de sentir dolor. No entiendes tu intolerancia, tu indecisión, tu pesadumbre, pero estas seguro de que quieres dejar de sentirte "así".
Esta vez la caja tendría que llegar al punto más alto donde se disolvería a cada paso que das. Mientras avanzas haces consciencia de hábitos.
Tal vez dejas de consumir refresco, o te animas a inicar tu propio negocio. Haces nuevos amigos, piensas con mayor lucidez, expresas lo que tienes que decir, haces ejercicio...
Pasas un tramo del camino...
Y de pronto un día...
[Nada]
La caja regresa a donde estaba.
Consigues la entrevista que esperabas y te quedas dormido. Logras bajar de peso y dejas de comer saludable. Regresas con una persona que predominó el drama en la relación.
Dejas de trabajar en ti y por ti.
¿qué hizo que la caja regresara?, ¿cómo?, si ya estabas "bien".
Aparecen los sentimientos de culpa, angustia, rabia, impotencia y ya piensas que tendrás que vivir por siempre con la caja. Tratemos esto con cariño, nunca sirve ponerle más peso a la caja.
Tienes 14, 26, 34, 50 años con la caja y 1,2 o 3 años sacándole cosas para deshacerte de ella. Es normal que le hayas tomado afecto y que te resulte más conveniente quedarte con la caja porque así como te estorba, también la usas de escritorio o ropero.
Y lo más difícil, tal vez esa caja te la regalo tu mamá o tu papá. La conservaron toda su vida, ¿y ahora tú quieres moverla?
La salud mental es un proceso que no termina ni se llega a un estado permante, pero si predominante. Las bajadas son parte de las subidas y cada situación nos enfrenta a comprobar que lo que una vez escogimos aún lo queremos.
Pregúntate ¿de dónde salió la caja? ¿cómo llegó a mi casa? ¿qué valor tiene para mí? Y ¿en qué me beneficia consevarla?
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Espero les sirva de guía en su sanación personal.
Mi nombre es Isabel y estoy para escucharte.
