24/11/2025
| Como mujer, madre y servidora pública, considero necesario expresar con claridad mi preocupación ante una situación que no solo afectó mi desempeño profesional como Directora de Salud de Atotonilco de Tula, sino que hoy pone en riesgo mi integridad y la de mis hijos. Tras mi separación del cargo, he sido objeto de acoso digital y de la difusión de información falsa que busca desvirtuar la verdad y manipular los hechos que llevaron a mi salida.
Dejo constancia de que cualquier acto de violencia —física, moral o psicológica— que llegue a presentarse en mi contra o en perjuicio de mi familia deberá ser atendido, investigado y explicado por las autoridades del Gobierno Municipal de Atotonilco de Tula, quienes tienen la obligación de garantizar nuestra seguridad.
El acoso entre mujeres, especialmente cuando proviene de espacios de poder, es una conducta inadmisible que afecta no solo a quienes lo vivimos, sino al desarrollo colectivo de todas. El servicio público demanda ética, profesionalismo y equilibrio emocional. Ninguna mujer debería ser violentada, desacreditada ni utilizada para fines políticos o personales.
Hoy reafirmo que continuaré defendiendo la justicia, la verdad y la dignidad. Todas las mujeres merecemos desempeñarnos en entornos seguros, libres de intimidación y manipulación. Mi voz seguirá firme, porque callar ante la violencia nunca será una opción.