14/08/2025
El pie diabético se refiere a las complicaciones en los pies que pueden surgir debido a la diabetes, como úlceras, infecciones y, en casos graves, amputaciones. La diabetes puede dañar los nervios (neuropatía diabética) y los vasos sanguíneos, lo que reduce la sensibilidad y el flujo sanguíneo en los pies, dificultando la curación de heridas y aumentando el riesgo de infecciones.
¿Por qué ocurre el pie diabético?
Neuropatía diabética:
El daño nervioso puede causar entumecimiento, hormigueo o pérdida de sensibilidad en los pies, lo que significa que las heridas pueden pasar desapercibidas y empeorar.
Problemas circulatorios:
La diabetes puede dañar los vasos sanguíneos, reduciendo el flujo de sangre a los pies y dificultando la curación de heridas, lo que puede llevar a infecciones graves.
Infecciones:
Las heridas en los pies de personas con diabetes tienen más probabilidades de infectarse debido al flujo sanguíneo deficiente y la falta de sensibilidad.
Úlceras:
Las heridas no tratadas pueden convertirse en úlceras, que son llagas abiertas que pueden profundizar y afectar tejidos y huesos.
Amputaciones:
En casos graves, si la infección o la gangrena (muerte del tejido) no se controlan, puede ser necesaria una amputación para evitar que la infección se propague.
¿Cómo prevenir el pie diabético?
Controlar la glucosa:
Mantener los niveles de azúcar en sangre dentro de los rangos deseados es fundamental para prevenir complicaciones.
Cuidado de los pies:
Revisar los pies a diario en busca de heridas, ampollas, grietas o cambios de color.
Higiene adecuada:
Lavar y secar bien los pies a diario, prestando especial atención a los espacios entre los dedos.
Hidratación:
Aplicar crema hidratante en los pies, pero evitar ponerla entre los dedos.
Calzado adecuado:
Usar zapatos cómodos que no aprieten, que protejan los pies y que permitan la transpiración.
Evitar caminar descalzo:
Utilizar zapatos o pantuflas en todo momento para proteger los pies de lesiones.
No automedicarse:
Si hay alguna herida o problema, consultar a un médico o podólogo.
Exámenes regulares:
Acudir a revisiones médicas regulares para evaluar el estado de los pies y detectar problemas a tiempo.
¿Qué hacer si se detecta alguna lesión?
No manipular la herida: Evitar cortar callos, verrugas o tratar heridas uno mismo.
Consultar al médico: Buscar atención médica de inmediato si hay heridas, ampollas, cambios de coloración o dolor en los pies.
Seguir las indicaciones médicas: Cumplir con el tratamiento prescrito y acudir a las citas de seguimiento.
Y mucho ojo si sueñes tener problemas de callosida o peor a un de onicocriptosis ( uña encarnada), no dejes pasar más de 1 mes de ir con un podólogo para que vaya haciendo limpieza en los pies antes de que estos problemas te causen alguna inflamación o lección por debajo de ellos.