28/04/2022
Nuestros abuelos, nuestros héroes de siempre.
Lo esencial es indefinible.
¿Cómo definir el color amarillo, el amor, la patria, el sabor a café?
¿Cómo definir a una persona que queremos?
No se puede.”
Son plumas de nuestras alas. Son aquellos héroes del pasado que constituyen nuestro presente, son los que nos dieron la mano, los que soplaron nuestras heridas, los que evitaron las caídas y los que nos dejaron caer, pues bien sabían que es la mejor forma de aprender.
Son el sinónimo más acertado de calidez y de cercanía, a pesar de que puede que ya estén muy lejos; son la conexión a primera vista de una sintonía única e inquebrantable.
Huelen a hogar, a las tiritas que una vez sujetaron nuestras heridas emocionales, a esa medicina natural que las sanó, a la voz que nos dio serenidad. A través de ellos pudimos asumir que los momentos más duros de soportar son solo eso, momentos.
Estén o no estén en este mundo sigue abrazándolos y escuchándolos, compréndelos y sé fiel a tus raíces. La voz de la experiencia lo merece. Sea como sea, gracias a ellos tu infancia y tu vida han sido diferentes pero, sobre todo, únicas.
Gran parte de nosotros ha tenido el privilegio de conocer a sus abuelos, de compartir una etapa de la vida con ellos y aprender el valor de cuidado y el respeto mutuos.
Nunca los olvides, debes mantenerlos vivos por siempre en tu corazón. Y, si ahora te toca ser abuelo, procura que tus nietos te reconozcan el día de mañana en la ternura de un corazón sonriente.