06/01/2022
OMICRON.
Esta nueva variante del virus original SARS-COV2, causante de la pandemia actual, hizo su aparición el 11 de noviembre en Botswana y posteriormente el 14 de noviembre en Sudáfrica. A partir de entonces se ha extendido rápidamente. Hasta el 24 de diciembre pasado, según la OMS, ómicron ya se encontraba en 110 países de los 5 continentes, incluyendo México. A poco menos de 2 meses de la aparición de esta nueva variante en el mundo, se dice mucho pero la realidad es que se sabe muy poco.
De los que se dice:
• Los síntomas son leves.
• Sólo afecta las vías aéreas superiores, hasta los bronquios y no afecta los pulmones.
• No produce neumonía.
• Puede tener mayor grado de transmisibilidad.
• La alta transmisibilidad, la gran cantidad de asintomáticos positivos, el cuadro clínico leve y su rápida recuperación hasta ahora vista, algunos científicos lo interpretan como el inicio del fin de la pandemia, ya que de forma mas efectiva que las vacunas, producirá la aspirada inmunidad de rebaño en la población mundial.
Lo que se sabe (según último reporte de la OMS con fecha 28/12/21).
• Ómicron supone una amenaza global. La gravedad de esta amenaza estará determinada cuando se conozca lo siguiente:
1. El grado de transmisibilidad de la variante.
2. La eficacia de las vacunas y la protección previa contra la infección, la transmisión, la enfermedad clínica y la muerte.
3. La virulencia de la variante en comparación con otras variantes.
4. La forma en que las poblaciones entienden esta dinámica, perciben el riesgo y siguen las medidas de control, incluidas las medidas sociales y de salud pública.
• Se propaga más rápidamente que la variante Delta, hasta ahora, la predominante. Con un tiempo de duplicación de 2- 3 días.
• A pesar de la menor tasa de hospitalización y de que inicialmente se pensó que produce un cuadro leve, los datos sobre la gravedad clínica en los pacientes con ómicron están aumentando, aunque todavía son limitados.
• Existen datos preliminares de estudios aún no revisado, que afirman que los títulos neutralizantes (anticuerpos) obtenidos por las vacunas e infecciones previas están reduciendo frente a ómicron.
• Hasta la fecha, los datos disponibles sobre la eficacia o efectividad de la vacuna contra el ómicron son limitados y no existen pruebas revisadas por expertos.
• Las pruebas actuales de PCR y de antígenos (AgRDT) parecen mantener la precisión diagnóstica suficiente para detectar la infección por ómicron.
• Hasta ahora, el tratamiento utilizado en pacientes con cuadros clínicos graves o críticos causados por las variantes previas, perecen ser útiles contra la actual variante ómicron.
• Las medidas sanitarias hasta ahora recomendadas como el uso de mascarilla o cubre bocas, el distanciamiento físico, el lavado frecuente de manos, el evitar conglomeraciones sobre todo en lugares cerrados, la ventilación adecuada de las viviendas, entre otras, siguen siendo las únicas herramientas, hasta ahora más afectivas, para disminuir las probabilidades de infección por SARS- COV2 y sus diferentes variantes, incluyendo ómicron.
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