15/10/2025
𝐋𝐀 𝐄𝐍𝐓𝐑𝐎𝐏𝐈𝐀 𝐃𝐄𝐋 𝐀𝐋𝐌𝐀: 𝐄𝐋 𝐏𝐑𝐄𝐂𝐈𝐎 𝐈𝐍𝐕𝐈𝐒𝐈𝐁𝐋𝐄 𝐃𝐄𝐋 𝐃𝐄𝐒𝐎𝐑𝐃𝐄𝐍 𝐈𝐍𝐓𝐄𝐑𝐈𝐎𝐑
En el universo, toda forma de vida obedece a una ley silenciosa: la del desgaste. Nada permanece en equilibrio sin un esfuerzo consciente que lo sostenga. Lo mismo ocurre con la mente humana. Sin energía emocional, sin atención dirigida y sin intención constante, el orden interior se desmorona poco a poco.
La mente tiende naturalmente al caos —a la confusión, la apatía, la ansiedad— si no se aplica energía psíquica para reorganizarla. Esa energía es la voluntad, el propósito, la disciplina emocional. Mantener el orden no significa rigidez, sino presencia: reconocer que el bienestar no surge por inercia, sino por trabajo constante sobre uno mismo.
El desorden externo muchas veces es solo un reflejo del desorden interno. Y así como una habitación requiere ser limpiada, los pensamientos necesitan ser revisados, las emociones procesadas y las intenciones reencauzadas. En psicología, mantener el orden no es imponer control, sino alimentar conscientemente la energía que sostiene la armonía mental.
Porque cuando dejamos de invertir energía en nuestro equilibrio, la entropía emocional toma el mando, y el desorden se convierte en nuestro modo natural de existir.