27/10/2025
Se dice que cuando se acerca el Día de Mu***os, el puente de flores empieza a brillar poco a poco, como si el cielo estuviera encendiendo faroles para guiar a los que vuelven a casa.
En lo alto del camino, los peluditos se preparan para emprender su viaje. Han pasado un año entero jugando entre las nubes, persiguiendo luciérnagas y durmiendo sobre estrellas suaves como algodón. Pero hoy es distinto: hoy, el corazón les late más rápido, porque saben que alguien los está esperando.
Cada uno lleva un collar de cempasúchil que ilumina su pecho como un pequeño sol. Es la manera en que el puente reconoce a los espíritus amados. A medida que avanzan, el sendero se pinta de dorado bajo sus patitas, y el aroma a flor fresca anuncia su llegada.
Prepara su altar con su foto, velas, flores, su cobija, juguetes favoritos, agua. Porque el Día de Mu***os no es despedida, es regreso.
Es ese ratito en el que la distancia deja de existir
y los corazones vuelven a encontrarse.
Cuando crucen el arco de flores, no llegarán como sombras llegarán como luz, como risa, como caricias que aún se sienten.
Son ellos, los que nunca se fueron, solo estaban esperando que el puente floreciera.