04/09/2025
¿Por qué el narcisista no siente celos?
En el intrigante mundo de la personalidad narcisista, los celos suelen brillar por su ausencia. Esta falta de celos no es un signo de confianza, sino una señal de la incapacidad de comprometerse profundamente con el otro. Para el narcisista, la infidelidad de su pareja es irrelevante, ya que se ve a sí mismo tan superior que ningún rival podría ser una amenaza real.
Pero la historia tiene un giro: los celos pueden surgir intensamente después de una traición. Esta reacción inesperada revela una herida narcisista profunda cuando la pareja abandona al narcisista. Lo paradójico es que, a pesar de haber tratado con desdén a su pareja, estos celos pueden desencadenar una agresión que deteriora aún más la relación.
Según Melanie Klein, la envidia y los celos tienen raíces diferentes. Mientras la envidia está ligada a la agresión preedípica, los celos emergen en la agresión edípica. En el caso del narcisista, una traición real o imaginada puede desatar un deseo de venganza, creando dinámicas complejas de competencia.
Al elegir pareja, los narcisistas suelen sabotearse. La incapacidad para apreciar genuinamente a su compañero puede llevar a una combinación peligrosa: cualidades ideales son desvalorizadas debido a la envidia inconsciente, mientras que la realidad de la relación se percibe como una imposición explotadora.
Si el narcisista encuentra a alguien que lo admira, esa admiración puede ser rápidamente menospreciada. En cambio, si se enfrenta a una pareja capaz de sentir amor genuino, puede sentir una envidia intensa por la habilidad que sabe que le falta.
Cuando el narcisista experimenta culpa por no poder devolver el amor recibido, su sensación de inferioridad se agrava. En respuesta, puede buscar defectos en su pareja para justificar su incapacidad de retribuir el afecto. Así, la relación puede volverse insensible o paranoica.