30/10/2025
El opuesto del poder = EL AMOR ♥️
La enfermedad del poder existe. Y tiene un nombre: Síndrome de Hubris.
No se habla a menudo de ello, pero ocurre más de lo que imaginamos.
Es ese momento en que una persona, apenas obtiene un poco de autoridad, cambia.
No de inmediato, no de manera evidente. Pero poco a poco, el papel se le sube a la cabeza.
Empieza a creerse superior, infalible, intocable.
Este comportamiento tiene un nombre antiguo: Hubris — viene de Grecia y significa "sin medida". Se usaba para describir a aquellos líderes que, llevados por la arrogancia, perdían el sentido de sus propios límites.
Quizás también lo hayas visto:
Un jefe que ignora las ideas de los demás.
Que decide todo solo, por impulso.
Que no acepta críticas y solo se rodea de quienes lo aplauden.
Que usa el poder no para servir, sino para hacerse servir.
Que confunde la autoestima con la arrogancia.
¿Los síntomas?
Siempre quiere ser admirado.
No escucha
Se aísla de la realidad
Abusa de su autoridad
Reacciona de forma infantil si se le cuestiona.
Y en cierto momento, realmente piensa: Yo puedo todo. Nadie puede decirme nada.
¿El resultado?
Ambientes tóxicos.
Talentos que se van.
Equipos que se cierran.
Climas empresariales que se desmoronan.
El problema no siempre son los procesos, las estrategias o el mercado.
A veces, el verdadero problema es el ego de quien manda.
Y esto, lamentablemente, es algo que se nota en las empresas... pero rara vez se dice en voz alta.