Terapia Psicológica Onirikka

18/09/2025

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18/09/2025

14/09/2025

“Todos cargamos heridas invisibles. Algunas duelen en silencio; otras se esconden detrás de la risa o de la rutina. La terapia no es solo un espacio para hablar… es un refugio donde tu historia importa, donde tu dolor es escuchado sin juicio, donde puedes volver a encontrarte contigo mismo.
Atreverse a hacer terapia es elegir la vida, es reconocer que mereces sanar, que mereces paz, que mereces amor. No tienes que hacerlo solo. Permítete ese regalo: un lugar para soltar lo que pesa y abrir espacio a lo que hace re-conocerte”

Psi. Carlos López
Psicólogo/ Psicoanalista
Tanatología
Individuales adultos, parejas.
Sesiones presenciales en Metepec (2 cuadras de Pabellón Metepec) y Toluca centro.
Sesión en línea.
Citas y WhatsApp: 7228392829

13/09/2025

18/08/2025

17/08/2025

Encuentra tu propio porqué...

13/08/2025

1. El deseo no es lo mismo que la necesidad

Una necesidad puede satisfacerse (hambre → comer; sed → beber).

El deseo, en cambio, no se agota con el objeto que lo provoca; siempre apunta a algo más allá.

Lacan decía que el deseo es el deseo de otra cosa, porque nace de la falta estructural que nos constituye como sujetos.

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2. La “falta” como motor del deseo

Desde que nacemos, experimentamos que no somos uno con el otro (la madre, el cuidador), y esa separación deja un vacío simbólico.

Todo lo que deseamos intenta llenar ese vacío, pero el vacío no es físico: es estructural.

Por eso, aunque obtengamos lo que queremos, siempre queda una sensación de “algo más” que falta.

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3. El goce y la insatisfacción

Incluso el placer intenso (goce) no clausura el deseo, porque lo que se busca no es solo el objeto en sí, sino la experiencia que ese objeto promete.

Cuando la alcanzamos, descubrimos que no era exactamente lo que imaginábamos… y aparece un nuevo objeto deseado.

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4. Ejemplo simple
Imagina que anhelas muchísimo un viaje. Lo logras, lo disfrutas, pero al volver sientes cierta nostalgia o vacío. No es que el viaje fuera malo: es que el deseo siempre estaba más allá del viaje mismo, en una promesa imposible de colmar.

05/08/2025

“Me quitaron mi nombre, mi libertad, mi familia… pero jamás lograron quitarme el sentido.” 🕊️💔

Sobreviví a cuatro campos de concentración. Me marcaron con un número y me arrebataron todo: mis libros, mis sueños, incluso a mi esposa embarazada. Todos los días veía morir a alguien. Algunos se lanzaban contra las cercas eléctricas… otros simplemente dejaban de luchar. Yo también estuve al borde. Pero decidí que, si no podía cambiar mi destino, cambiaría mi actitud ante él. ⛓️🧠

Una noche, mientras temblaba de frío, imaginé que estaba dando una conferencia en una universidad, contando todo lo que había vivido. Me aferré a esa imagen como si fuera una cuerda en medio del abismo. Esa idea —encontrar un propósito incluso en el dolor— fue lo que me mantuvo con vida. No era solo sobrevivir. Era entender para qué vivir. 📖🔥

Cuando fui liberado, no encontré a nadie de mi familia con vida. Estaban todos mu***os. Pude haberme destruido, pero elegí escribir. Así nació El hombre en busca de sentido. No lo escribí para ser famoso. Lo escribí para que el mundo supiera que aunque te lo quiten todo, si tienes un “por qué”, siempre encontrarás el “cómo”. 📝🌅

’‘Hay cosas en la vida que no puedes controlar. Pero siempre podrás controlar cómo respondes ante ellas. Y eso… puede salvarte. Porque incluso en el in****no, quien tiene un propósito, tiene esperanza.’’ 💭🕯️

– Viktor Frankl

04/08/2025

Cuando una mujer sana llega a tu vida…

No viene a llenar vacíos ni a curar tus heridas: viene a compartir contigo su camino.
Ha pasado por noches oscuras, ha tocado fondo, y se ha reconstruido desde sus ruinas.
No necesitas impresionarla con máscaras ni promesas: ella ya aprendió a ver detrás de las palabras vacías.
No busca un héroe ni un salvador. Se ha convertido en su propio refugio,
y si te elige, será desde la libertad, no desde la carencia.

Una mujer sana no juega con tus emociones, no hace de tus errores una batalla,
sabe poner límites sin herir, y expresar lo que siente sin culpa ni manipulación.
Su amor no nace del miedo al abandono, sino del deseo profundo de compartir lo que ha cultivado en su interior.
No busca controlarte ni cambiarte, porque ha entendido que amar es acompañar, no dominar.

A su lado, no te sientes menos, ni observado, ni juzgado: te sientes visto.
Te empuja suavemente a crecer, no por exigencia, sino porque su sola presencia te inspira.
No compite con tu pasado, pero te recuerda que el presente también merece ser honrado.
No es perfecta, pero es consciente. Se equivoca, pero aprende.
No te pide que dejes de ser tú, sino que seas tú de forma honesta.

Y si un día decide partir, no lo hará en medio del caos o el drama,
lo hará con la misma dignidad con la que un día decidió quedarse.
Porque su amor no es cárcel, es un templo.
Y en ese templo, solo caben la autenticidad, la reciprocidad y la paz.

Cuando una mujer sana llega a tu vida…
prepárate para desarmarte, para dejar de luchar y comenzar a sentir.
Porque no viene a destruir tu mundo…
viene a mostrarte que hay otra forma de habitarlo.