18/10/2024
Un regalo para mi alma.
Acompañar a alguien en terapia es un honor para mí, es verle en su vulnerabilidad y ser testigo de cómo va creciendo. Es acompañar los dolores del alma, las sombras, aquello que no mostramos a cualquiera.
Quienes me conocen saben de mi amor por las plantas, por lo que este regalo se vuelve aún más especial. Una persona muy especial para mí terminó su proceso y me trajo esta bebé. Es hija de una de sus plantas y mi corazón dio un vuelco de felicidad. Sé que aunque el proceso terapéutico termina el desarrollo jamás tiene un fin y ahora cada vez que vea cómo va creciendo esta plantita imaginaré como ella sigue desarrollándose en plenitud también, sorteando las dificultades de la vida y gozando de sus alegrías.
Infinitas gracias por dejarme ser parte de tu vida de una manera tan cercana durante este tiempo. Sigue floreciendo. Te quedas en mi corazón.
No pongo el nombre por privacidad.