15/11/2025
"Primero el Salbutamol. Luego la Budesonida."
Te lo dijo tu pediatra, pero... ¿entiendes por qué ese orden salva la crisis?
Tu hijo tiene esa tos de perro o ese "silbido" en el pecho 🫁.
El médico te receta nebulizar dos medicamentos: el "rescatador" (Salbutamol) y el "antiinflamatorio" (Budesonida/Pulmicort).
En la desesperación (y con el niño llorando), tu primer instinto es:
"Pongo los dos líquidos juntos en la máquina. Más rápido, menos llanto". 💨
O peor: "Le pongo primero el 'bueno', el antiinflamatorio, para que cure".
Ambos son errores de técnica. Y entender el orden es la clave del éxito.
Aquí el dato clave: El Salbutamol (broncodilatador) ABRE LA PUERTA. 🚪
El pulmón de tu hijo está "cerrado" por un músculo apretado (broncoespasmo).
El antiinflamatorio (Budesonida) necesita entrar hasta el fondo para desinflamar el tejido 🧯.
Si nebulizas la Budesonida primero, el 90% del medicamento "chocará" contra esa puerta cerrada.
Se quedará en la garganta y la tráquea.
Es medicina desperdiciada.
El orden estratégico es:
1. Primero el SALBUTAMOL (el rescatador) para "abrir el pulmón" y relajar el músculo.
2. Esperas 10-15 minutos.
3. Luego la BUDESONIDA (el antiinflamatorio), que ahora SÍ, entra "hasta la cocina" del pulmón a apagar el fuego.
No es solo "dar medicina". Es darla con estrategia.
El orden de los factores, en este caso, SÍ altera el resultado.
¿Sabías esta diferencia? ¿O eras del "equipo" que mezclaba todo junto? ¡Te leo! 👇
Soy el Dr. David Barreto, experto en respiradores orales, sueño infantil y nutrición.