29/09/2025
Cuando hablamos de vínculos y comunicación, no todo se reduce a las palabras.
La conversación inteligente aparece cuando compartimos ideas, explicaciones o consejos. Es un intercambio útil y lógico que puede aportar claridad e incluso respuestas brillantes. Pero muchas veces ocurre sin que exista un contacto afectivo profundo.
La presencia emocional, en cambio, va más allá de lo racional. Es la capacidad de alguien para percibir cómo estás, sostener tu estado emocional y responder desde la calma. No busca arreglar de inmediato, sino ofrecer seguridad y acompañamiento. Implica atención al cuerpo, al tono de voz, a los silencios… a todo aquello que también comunica sin palabras.
¿Por qué es importante distinguirlas? Porque que alguien te entienda y que alguien te sienta son procesos distintos. Que te entiendan calma la mente y reduce la incertidumbre. Que te sientan calma el cuerpo y regula lo que pasa dentro de ti. Cuando sólo recibes explicaciones puedes quedarte aislado, como si tu experiencia no hubiera sido contenida. En cambio, cuando alguien logra estar contigo y sentirte, tu emoción se suaviza en un espacio seguro, y desde ahí las explicaciones se integran de verdad.
Si lo que necesitas es ser sentido, dilo: “Ahora no necesito soluciones, sólo que me escuches y me acompañes.” Reconoce también lo que te ayuda: “Cuando me miras y no intentas arreglarlo, me siento más tranquilo/a.” Busca personas capaces de sostener silencios sin llenarlos de consejos.
Y si eres tú quien acompaña, recuerda: regula tu propio ritmo, mantén contacto visual suave y ofrece validación sencilla. Refleja lo que observas: “Noto el cansancio en tu voz y en tu postura. Eso debe pesarte mucho…” Y antes de dar soluciones, pregunta si la otra persona realmente las quiere.
Al final, todos necesitamos ambas cosas: ser entendidos y ser sentidos. Que nos entiendan alivia la mente; que nos sientan alivia el corazón y el cuerpo. Y en esa unión está la experiencia más sanadora: descubrir que no tenemos que cargar solos con lo que sentimos.