20/08/2025
SEIS PLACERES QUE CONDUCEN AL FIN DE LAS IMPUREZAS
TEXTO INSPIRADO EN LOS SUTTAS DEL CANON PALI
Monjes, por favor escuchen.
En el camino hacia el cese del sufrimiento existen placeres que son puros, elevadores y libres de las manchas del deseo mundano. No son alegrías pasajeras que se desvanecen rápidamente, sino fuentes estables e inquebrantables de felicidad que guían al practicante hacia la liberación.
El Buda Gotama enseñó que existen seis nobles placeres que nos conducen a la verdadera felicidad y al fin de todas las impurezas:
1. El Placer de Tener al Dhamma como Fundamento
Cuando la mente bebe profundamente de las aguas de la verdad, se refresca y fortalece. Estudiar, reflexionar y practicar el Dhamma otorga una alegría que el mundo no puede arrebatar.
Dhammapada 354 / SN 1.3 / AN 5.179
2. El Placer de la Meditación en el Camino Medio
Seguir el sendero equilibrado trazado por el Buda, evitando ambos extremos, trae calma y claridad a través de la meditación. En la quietud, la mente encuentra una suave felicidad que florece en comprensión.
MN 136 / 36
3. El Placer de Erradicar los Venenos de la Mente
La codicia, el odio y la ignorancia son toxinas que oscurecen el corazón. Cuando son arrancadas de raíz, surge un profundo alivio. Purificar la mente es saborear la felicidad de la libertad.
AN 3.32 / SN 35.28
4. El Placer de la Libertad del Rencor
Vivir sin pensamientos de represalia es habitar en paz. El perdón y la compasión disuelven las cadenas de la venganza y abren la puerta a la armonía.
Dhammapada, 5 / SN 11.4 / AN 5. 162
5. El Placer de la Serena Soledad
Un lugar tranquilo, libre de ruidos y perturbaciones, nutre la quietud del corazón. La soledad no es abandono: es un terreno fértil donde la sabiduría puede crecer.
MN 121 / AN 8.30 / Dhammapada, 99
6. El Placer de la Diligencia
Quien se dedica con energía a las acciones saludables experimenta el gozo del progreso. No postergando, manteniendo la mente activa en la bondad, avanzamos firmemente hacia la liberación.
Dhammapada, 24 / AN 6.13 / SM 3. 17
Estos seis placeres no son ataduras, sino liberaciones. Son como una brisa fresca en un día caluroso o como agua clara en el desierto. Cuando se abrazan y se practican, guían al practicante hacia la dicha suprema: el fin de todas las impurezas y la libertad del Nibbāna.
✓ Compartir esta enseñanza con el mundo no es simplemente transmitir palabras; es ofrecer a otros las herramientas para hallar la liberación. Cuando ayudamos a otros a conocer el Dhamma, guiarlos en la meditación, animarlos a erradicar los venenos de la mente, a vivir libres del rencor, a encontrar paz en lugares tranquilos y a dedicarse con diligencia a las acciones saludables, sembramos semillas de paz y pureza en muchos corazones.
El Buda enseñó que “el regalo del Dhamma supera a todos los demás regalos”, porque los dones materiales satisfacen solo por un momento, pero el Dhamma nutre por vidas enteras. Difundir esta enseñanza genera un vasto mérito que brilla intensamente a través de todas las existencias, iluminando el camino hacia la verdadera libertad del sufrimiento.