22/03/2024
Hay personas que experimentan las relaciones amorosas como una prisión en dónde pierden la libertad de relacionarse con otros seres humanos que no sean familiares o colegas.
Todo por evitar a toda costa una infidelidad: Yo no salgo, tu no sales, todo gira en torno a nosotros. Nadie más existe, somos una simbiosis.
Así, yo renuncio a mi derecho de afiliación y convivencia con los demás y tú también. De esa forma nos aseguramos que nadie caiga en la tentación. Al cabo de un tiempo la persona se siente deprimida y su identidad sufre una especie de mutilación. Poco a poco mientras avanza la relación se empieza a volver monótono. Hay una lucha por recuperar la socialización pero cada intento termina en discusión y cada uno vuelve a su celda.
Amar en libertad, sin controlar, sin evitar a toda costa el comportamiento del otro, sin aislarnos del mundo, sin automutilarnos es otro nivel de deconstrucción sobre el concepto que tenemos del amor y las relaciones de pareja.