25/09/2025
Cuando encuentras el equilibrio lo sabes, se siente en cada célula del cuerpo, se ve bonito, sabe deli; dejas de sentir fricción con la realidad, se armonizan tus relaciones. Y aún así es impermanente, como todo, es una danza, va y viene y el juego es activamente volver a buscarlo; ese equilibrio escapadizo, al que perseguimos y sigue buscando retos para hacerte reaccionar con mas intensidad, o tal vez, con más sutileza; con cantos, con rezos, con silencios.
Hoy puedo decir que encontré piezas de mí que me llamaban en susurros, y me tomó años encontrar, elementos clave para mi salud como ingredientes y espacios que ahora puedo llamar mi realidad; porque se vuelven constantes, « lo normal » es poner mi autocuidado como prioridad, dejarme llevar por mis gustos y deseos, confiando en que están alineados a mi ser creativo, cambiante y soñador. Y eso se contagia, veo a mi hija más sana, despierta y curiosa; aterrizada en sus pies, en la certeza con la que habla de recuerdos hermosos. Nos rodeamos de seres queridos nuevos y antiguos tejiendo redes que se alinean a esa realidad, a esa frecuencia. Solo me queda agradecer y seguir nutriendo y ofreciendo mi energía a esa red invisible que nos expande, a ese micelio sagrado del bosque que hoy habito, a nuestra comunidad vibrante y al momento presente que se siente tan bien 🌻🧡✨