11/11/2025
Cada mañana, antes de mirar el teléfono o salir corriendo al día, me regalo unos segundos para bendecir mi vida.
No es un ritual complicado ni algo místico…
Es simplemente detenerme, respirar profundo y decir:
✨“Gracias por otro día. Gracias por mi cuerpo, por mi camino, por lo que soy y por lo que aún estoy aprendiendo.”✨
Porque cuando bendices tu vida, no cambias lo que tienes afuera… cambias cómo lo miras adentro. Y eso lo transforma todo. 🌸
He notado que los días en los que empiezo con gratitud y bendición, mi energía fluye diferente: las cosas pesan menos, mi mente está más clara y mi corazón más abierto.
Bendecir es recordar que estás viva, que tienes propósito, que el simple hecho de despertar ya es un milagro.
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Con amor,
Esther.
