12/11/2025
El día que me dijeron que mi gastritis era “crónica”, sentí que me habían condenado.
Pero lo que nadie me explicó fue que el estrés también se imprime en el cuerpo.
A través de un examen epigenético descubrí que mis niveles de inflamación estaban por las nubes…
y que el estrés estaba literalmente cambiando la forma en que mis células funcionaban.
Ahí entendí algo: no se trataba solo de lo que comía, sino de cómo pensaba y sentía cada día.
Con la hipnosis aprendí a soltar el control, a calmar la mente y a enseñarle a mi cuerpo que ya no estaba en peligro.
No fue magia. Fue ciencia y conciencia trabajando juntas.
Si tu cuerpo también grita, pero no sabes cómo calmarlo, escríbeme la palabra CUERPO y te cuento cómo descubrir lo que tu biología está diciendo.