Factor 8 - Terapias energéticas & Medicina ancestral

24/09/2025

LA TRAMPA DE VIVIR QUEJÁNDOTE: ¿DÓNDE ESTÁ TU ENERGÍA?

Quejarse se ha vuelto un hábito invisible. La mayoría no lo nota, pero vive instalada en esa frecuencia: hablando siempre de lo que falta, lo que duele, lo que está mal. La queja no resuelve nada, al contrario: drena tu energía vital, intoxica la mente y genera un campo vibracional que atrae más de lo mismo.

No confundas: no se trata de engañarte y negar el dolor. Se trata de aprender a ordenar tu enfoque. Empieza por lo que está bien, reconoce lo que ha mejorado, nombra lo que funciona en ti. Y solo al final menciona lo que todavía falta por trabajar. Porque si abres tu diálogo con la queja, anclas tu atención en lo negativo, y donde está tu atención, está tu energía.

Desde la visión del Higienismo Moderno, la queja es un síntoma de incoherencia interior: habla de un terreno vital debilitado, intoxicado no solo por lo físico, sino por el exceso de pensamientos negativos que bajan tu fuerza regeneradora.

Y desde la PsicoNeuroBioEnergética (PNBE) lo entendemos así:
– Psico: la queja activa un guion mental de víctima y alimenta emociones de frustración.
– Neuro: cada queja refuerza circuitos de estrés en el eje intestino–corazón–cerebro, manteniéndote en alerta.
– Bio: el cuerpo interpreta esa queja como un peligro real, liberando sustancias que acidifican el terreno, bloquean defensas y desgastan tu energía.
– Energética: la queja baja tu vibración, impide la expansión de los cuerpos sutiles y activa campos de resonancia mórfica de carencia y repetición.

Lo he visto en consulta: cuando un vitalista cambia su lenguaje de queja a lenguaje de gratitud, su biología responde de inmediato. Recupera energía, mejora su digestión, duerme mejor, y hasta la expresión de su rostro cambia.

Hoy te invito a practicarlo: inicia cada día nombrando tres cosas que estén bien en tu vida. Haz de la gratitud tu punto de partida. Reconoce lo que falta solo al final, sin darle el papel principal. Porque la salud no solo se construye con lo que comes o lo que respiras, sino también con la manera en que hablas contigo mismo.

¿Quieres ser arquitecto de tu salud o rehén de tus quejas? La elección es tuya.

Bernardo Vela 🕯
Naturópata Higienista Integrativo ☯️⚕️
🌿 Plenitud Vital para la Longevidad.

23/09/2025

10/08/2025

PANTALLA ROTA, ALMA ROTA: LO QUE DICE DE TI TU CELULAR SEGÚN LA PNBE

No es solo una pantalla rota.
Es un síntoma.
Una extensión de tu campo vital hecha pedazos que sigues tocando a diario como si nada.

Cada vez es más común ver personas usando su celular con la pantalla estrellada, partida o rota. No por accidente. Por costumbre.
Se vuelve parte del paisaje.
La miras tanto, que ya no la ves. Como tantas otras fracturas internas que has normalizado.

Desde mi modelo terapéutico, la PsicoNeuroBioEnergética, eso no es menor.

— PSICO (emocional): revela tolerancia al daño, resignación afectiva, normalización del maltrato.
— NEURO (mental): indica dispersión, fatiga psíquica, dificultad para decidir o enfocar.
— BIO (cuerpo): representa un sistema nervioso saturado, pequeñas fisuras cotidianas sin atender.
— ENERGÉTICA (simbólica): simboliza un campo áurico agrietado, fuga de atención, abandono del eje vital.

Y los pretextos que das… también hablan:

— “Está caro cambiarla.” → ¿Qué tanto vales tú? ¿Qué tanto temes invertir en ti?
— “No tengo tiempo.” → ¿En qué partes de tu vida tampoco te das tiempo para sanar?
— “Aún sirve así.” → ¿Qué otras cosas en tu vida funcionan “a medias” y sigues sosteniéndolas igual?
— “No me molesta.” → ¿Cuántas molestias callas? ¿Cuánto dolor te acostumbraste a tolerar?

Lo que no reparas, lo repites.
Lo que sostienes dañado, te debilita.
Lo que tocas todos los días, te entrena.

¿Qué entrenamiento estás permitiendo con cada toque sobre esa fractura?

Tu pantalla rota no es casual.
Es un espejo.
Una grieta visible de algo que tal vez ya se rompió por dentro.

No se trata solo de reparar un celular.
Se trata de dejar de tocar la vida con las manos rotas.

En la Intervención 360° no solo observamos los signos físicos.
También analizamos tus símbolos cotidianos, tus gestos, tus patrones…
Te acompaño a volver a tu eje, a tu raíz, y sanar desde lo profundo.
El cuerpo no miente, pero el alma tampoco.

¿Tienes tu celular con la pantalla rota?
¿Qué te estás diciendo sin darte cuenta?
Te leo en los comentarios, vitalista.