02/08/2025
¿Y si en vez de vivir desde la justicia… aprendieras a sembrar paz?
No me malinterpretes: el enojo es una emoción saludable. Nos ayuda a detectar cuando algo vulnera nuestros límites o nuestros derechos. Sentir enojo no te hace menos espiritual, ni menos evolucionado.
De hecho, es natural que haya desacuerdos, conflictos o roces, incluso con quienes más amamos. Lo importante no es evitar el conflicto, sino atravesarlo alineado con los valores que sostienen esa relación.
Pero hay algo que también ocurre: algunas personas, tal vez sin darse cuenta, han hecho del enojo una forma de vivir.
Van por la vida con un escudo en el pecho, monitoreando cada injusticia, cada error, cada señal de alerta. Se anticipan al dolor diciendo “lo sabía”, “otra vez”, “nunca más”.
Y aunque esa actitud pudo tener sentido en otro momento de su vida… ahora se ha vuelto un hábito.
Un modo de protegerse que ya no protege. Un filtro que desgasta, aísla y congela.
A veces, detrás de ese sentimiento de “hiperjusticia”, lo que hay es miedo. Miedo a confiar, a ceder, a sentirse vulnerables otra vez.
Este mensaje no es para quien necesita defenderse de una relación destructiva.
Si estás ahí, necesitas justicia, distancia y protección real.
Este mensaje es para quien ya está a salvo, pero aún vive en guardia.
Quizá no elegiste vivir desde el enojo. Pero hoy puedes elegir soltarlo.
Porque a veces, sembrar paz… es el acto más valiente que puedes hacer por ti.
, , ,