11/02/2018
Existen diferentes formas de practicar la meditación, todas ellas parten de una tradición esencial: el Budismo. El objetivo principal es la consciencia de la mente, el desarrollo de la atención consciente que nos proporciona mayor equilibrio, ecuanimidad ante los acontecimientos de la vida y una actitud más presente, serena y positiva para vivir de una forma más plena.
Los tipos de meditación más practicados son:
- Meditación Vipassana: “Vipassana” significa ver las cosas como son. Esta técnica comienza prestando atención a la respiración, una vez que la mente está clara y enfocada, se procede a observar la naturaleza cambiante de las cosas para llegar a percibir la realidad sin juicios.
- Meditación Trascendental: es un tipo de meditación basada en mantras (repetición de sílabas en sánscrito), su origen se remonta a la antigua India. Se asigna a cada persona un mantra personal con cualidades vibracionales con el objetivo de ayudar a calmar la mente.
- Meditación Zen (Zazen): Zazen significa meditar sentado. No se medita con ningún objeto, pensamiento o imagen. Se concentra la atención principalmente en la postura y en la respiración, procurando no seguir activamente los pensamientos, manteniendo la atención en el aquí y ahora. No se pretende anular los pensamientos, sino permitir que fluyan, sin detenerse en ellos o prestarles atención; es dejar que aparezcan y se vayan. Los pensamientos desordenados del subconsciente tienden a depurarse hasta que la mente vuelve a su condición natural.
- Meditación Mindfulness: Desasocia la práctica de la meditación de cualquier connotación ideológica o religiosa. Consiste en el entrenamiento de la mente para vivir con atención plena. Propone la práctica de la meditación en cualquier lugar y actividad cotidiana; mientras comes, te bañas o trabajas, pues se trata de observar y disfrutar con atención plena lo que estás haciendo.