14/04/2025
Empecé a ver *Adolescencia" con mis alumnos, después del primer capítulo me preguntaron si Jamie usaba principalmente mecanismos psicóticos o más bien, desmentía. Creo que más allá de un diagnóstico o de un análisis del yo, la serie pone sobre la mesa la fragilidad en la constitución del narcisismo, fragilidad que cada vez es más evidente.
También, creo que la miniserie nos invita a pensar sobre la filiación de los jóvenes, son hijos y nietos de alguien y por ello, no podemos pensar su subjetividad desligada de una historia compleja.
Jamie encarna al sujeto de la actualidad, un sujeto frágil, narcisista. Porque recordemos que el narcisismo no es un exceso de amor, sino una carencia. Y ante tal fragilidad uno puede hacer cualquier cosa con tal de no admitir el rechazo, o la diferencia o el desamor.
También, aparece el tema de las figuras identificatorias, tan importantes para un adolescente. ¿Cómo sentirse valioso, cómo identificarse con la valía de un padre agobiado, rebasado, impotente?
Hay más preguntas que respuestas en este caso y en todos los que acuden a tratamiento. Y solo así, partiendo de la complejidad y del "vamos a ver", es posible moverse, poco a poco, hacia un lugar diferente.