30/10/2025
La tradición de pedir calaverita tiene orígenes en la época colonial y se asocia con actos de caridad funeraria. A diferencia del trick-or-treat de Halloween, esta costumbre se basa en la solidaridad y el significado simbólico de compartir con los demás para honrar a los difuntos.
Existen varias versiones y relatos sobre su evolución:
Caridad funeraria: Una de las versiones más aceptadas sugiere que las personas de escasos recursos pedían limosnas para poder comprar los elementos necesarios para sus ofrendas, como velas, pan y fruta, para sus seres queridos que habían fallecido. A este acto se le conoció como "pedir para la calavera", es decir, pedir para el difunto.
Leyenda del niño huérfano: Una leyenda cuenta que un niño mexica huérfano, sin recursos para montar su propia ofrenda, salía a recolectar alimentos para poder elaborarla. Esta historia resalta el aspecto de la solidaridad en la tradición.
Influencia del sincretismo: La costumbre se enriqueció durante la época colonial, cuando las tradiciones prehispánicas de honrar a los mu***os se mezclaron con las celebraciones católicas como el Día de Todos los Santos y el Día de los Fieles Difuntos. La práctica de ir de casa en casa pidiendo pan y otros alimentos para los difuntos se formalizó durante este periodo.
Costumbre de las haciendas: Otra versión indica que, en el tiempo de las haciendas, los patrones daban a los trabajadores comida o dinero para que pudieran comprar sus ofrendas y visitar el cementerio en el Día de Mu***os.
Recitación de versos: En algunos pueblos, los niños recitaban coplas o versos alusivos a la muerte mientras iban de casa en casa solicitando su calaverita.
Con el tiempo, la tradición fue evolucionando hasta convertirse en el acto que conocemos hoy, en el que los niños, a menudo con disfraces, piden dulces con la misma intención simbólica de honrar la memoria de los difuntos y compartir la generosidad.