19/09/2025
¿Hasta qué punto tendríamos que escarbar para probar que alguien es una “buena persona”? La verdad es que no hace falta llegar tan hondo, ni buscar en lo más escondido de su historia o de su interior. La bondad genuina no necesita excavaciones profundas ni grandes demostraciones. Se reconoce en lo cotidiano: en la manera de hablar con respeto, en la paciencia con la que escucha, en la ternura con la que acompaña, en esos gestos pequeños que parecen simples pero que sostienen la vida. Ahí, en lo aparentemente mínimo, se revela lo esencial. Porque la verdadera nobleza no habita en lo oculto, ni en un centro inalcanzable de la Tierra; se manifiesta en lo cercano, en lo diario, en lo humano.
Grecia Avalos
Imagen con fines ilustrativos joja barrera