23/09/2025
Éste tipo de casos se dan en todo aspecto. En México, el sistema educativo y el mundo empresarial, no tienen la capacidad, el interés, ni el compromiso de descubrir, desarrollar y aprovechar el tremendo talento que existe en nuestra gente.
El resultado: fuga de cerebros.
Y mientras tanto, países cómo China se convierten, en tan sólo 20 años, en potencias mundiales.
Esa parte no está directamente en nuestras manos, pero sí la de defender y apoyar a la gente de calidad que encuentra alguna puerta o que se crea la propia.
Hagamos que las cosas cambien exigiendo lo mejor, pero también haciendo lo mejor posible lo que nos toca y apoyando a quienes lo hacen.