21/01/2025
Atrapa el sentimiento que nace desde adentro, que germina en silencio y toma raíz en el corazón. No lo dejes escapar, porque incluso en el frío invierno, cuando todo parece dormido, hay flores y corazones que deciden brotar. Este es el instante honesto, el menos esperado, donde el corazón encuentra la fuerza para florecer en medio de la confusión, la duda y la incertidumbre. Porque el crecimiento no elige estaciones, y el amor no espera primaveras.
Es en la lágrima que brota donde recordamos que todo es un recorrido. Pero en ella también habita la renovación, esa que nos deja desnudos ante el corazón, permitiendo que la mente se vuelva vulnerable para abrazar lo que somos, sin adornos ni estaciones perfectas. Porque, tal como es, es perfecto.
Habrá días en los que la tierra parezca dura y el sol esté ausente. Pero esa misma dureza nos invita a un diálogo profundo con nosotros mismos. Como la flor que rompe la piedra, siempre encuentra su camino, incluso en la ausencia del sol. Y en esa resistencia radica su mayor fuerza.
Gracias por enseñarme que el crecimiento no se detiene cuando las circunstancias son difíciles. El corazón no florece solo en los momentos perfectos; florece cuando más lo necesitamos, cuando creemos que no queda nada más por hacer. Porque no siempre hay luz, pero siempre hay raíces buscando la vida bajo la superficie. No siempre hay primavera, pero siempre hay corazón.🌹🌺🖤
Inspirado en Tlaltecuhtli, la Señora de la Tierra. Cuando fue encontrada, la vieron dividida en cuatro partes y con un ombligo roto, me hace pensar que de ahí brotó su fuerza y corazón. Ella ha sido la base de deidades / monolitos. Inspirado en todas aquellas flores que nacen en invierno, que me recuerda que no necesitamos la estación ideal para crecer y que siempre es buen momento para crear un terreno fértil y ser una mejor versión de nosotros mismos. ✨