03/10/2025
📝✨ Uno de los aspectos de la mente humana que la psicología se ha ocupado de estudiar más es la separación entre la vía de los hechos y la vía de la razón. Aunque sepamos qué es lo que debemos hacer, eso no significa que finalmente lo hagamos.
🚫 Por eso, hay muchas personas que en su día a día se ven bloqueadas y no son capaces de ponerse manos a la obra con sus proyectos.
¿Por qué me cuesta ponerme a hacer las cosas?
1. Exceso de perfeccionismo. Es relativamente habitual que nos sintamos intimidados ante la perspectiva de empezar una tarea compleja y no tanto en casos en los que se trata de tareas más automáticas, monótonas o rutinarias.
2. La posibilidad de atribuirle la culpa a otros, en ocasiones, el simple hecho de poder encontrar una excusa en el comportamiento de los demás hace que no llevemos a cabo ciertas acciones que nos convienen, o ciertas responsabilidades.
3. El miedo a afrontar una situación estresante, exponernos a una situación que nos haga sentir un pico de ansiedad o angustia, ante lo cual preferimos no aborda el problema y experimentar un nivel de ansiedad menor pero que se va acumulando a medida que pasa el tiempo.
4. Falta de motivación, es un motivo que se solapa con los anteriores, pero que también puede basarse en algo que no ha sido comentado hasta ahora: lo que tenemos que hacer no nos parece significativo o estimulante en sí, a no ser que se le añadan otros motivos ajenos a la tarea (premios, regañinas, ganas de no causar rechazo en los demás, etc.).
5. Depresión u otros trastornos del estado de ánimo, pueden llevar a un fenómeno llamado abulia, caracterizado por la falta casi absoluta de energía y motivación para hacer nada.
6. Falta de disciplina y hábitos. Si no hemos desarrollado la costumbre de actuar con constancia y planificación, es fácil caer en la procrastinación y la inacción, la disciplina es clave.
7. La sobrecarga mental nos bloquea. Nos hace sentir que no sabemos por dónde empezar, lo que nos lleva a evitar la acción. En estos casos, es útil hacer una lista de prioridades, dividir las tareas en pequeños pasos manejables y centrarse en una sola cosa a la vez.
8. Miedo al fracaso o a no estar a la altura de nuestras propias expectativas puede hacer que evitemos comenzar una tarea. Si pensamos que no seremos lo suficientemente buenos en algo, es posible que prefiramos no intentarlo en absoluto, es importante entender que cometer errores es parte del proceso de aprendizaje.
¡POR UNA CALIDAD DE VIDA MEJOR!