30/11/2025
Lo que pasa en tu boca, NO se queda en tu boca (y tu corazón paga el precio)
Si te sangran las encías al cepillarte, probablemente piensas: "Solo necesito un cepillo más suave". Error. Esa sangre es una puerta de entrada abierta directa a tu torrente sanguíneo. Y hay un "huésped" peligroso esperando entrar.
El Asesino Silencioso: Porphyromonas gingivalis Esta es una bacteria común en la enfermedad de las encías (periodontitis). Investigaciones de la American Heart Association y otros organismos han encontrado rastros de ADN de estas bacterias orales... ¡dentro de las placas que obstruyen las arterias del corazón!
El Mecanismo de Viaje:
La encía inflamada sangra (aunque sea microscópicamente).
La bacteria entra en la sangre (Bacteriemia transitoria).
Viaja hasta el corazón y se adhiere a zonas grasas en las arterias, aumentando la inflamación y el riesgo de coágulos.
Tener una mala salud bucal se ha vinculado con un riesgo significativamente mayor de enfermedades cardiovasculares. Tu hilo dental no es solo para tener una sonrisa bonita; es una herramienta de protección cardíaca.
La Regla de Oro: Encía sana no sangra. Jamás. Si hay sangre, hay inflamación, y si hay inflamación, hay una puerta abierta.
¿Cómo saber si estás en riesgo? Te dejo el "Test del Hilo":
El Test del Hilo Dental:
Esta noche, pásate el hilo dental.
Si sale limpio: Bien.
Si huele mal: Bacterias anaeróbicas activas.
Si sangras: Gingivitis activa. Tu barrera está rota.
Consejo rápido: Los enjuagues de agua con sal tibia ayudan a desinflamar naturalmente mientras pides cita con tu dentista.
Nota;
Esta información no sustituye la consulta con tu médico especialista
Fuente: American Heart Association / Journal of Periodontology.