01/12/2025
Breakfast at Tiffany’s
(Desayuno en Tiffany’s)
1961
Blake Edwards
Basada en la novela homónima de Truman Capote, sí, aquel célebre, también, por su obra A sangre fría, este filme retrata las aventuras de una para nada atinada Holly Golightly y su agradable, y curioso, vecino Paul Varjack, un escritor con una suerte desesperada con un bloqueo que se va enredando en este particular drama cómico.
Interpretada por una joven, y bellísima, Audrey Hepburn, en el papel de una dama que acompaña a hombres mayores durante fiestas, cenas y reuniones y, que mientras le pagan el cheque de $50 dólares, ella escapa por la ventana del inmueble. Holly es una jovencita que le gusta de beber champagne al despertar, desayunar frente al local de Tiffany’s y embriagarse en fiestas hasta tarde, casi a diario. Si bien, Holly, ya había estado casada a los 14 años con un hombre, que parecía su padre, y del cual había escapado. Mientras que, Paul el vecino, se va enamorando de Holly, se le puede ver que él es nuevo en la ciudad de New York, Paul, también, es el amante de una mujer rica de edad muy madura para él, de la que consigue algunos beneficios.
Hay una en la cual ella habla de los “días rojos” y los “días azules”, un juego de palabras, ya que blue se refiere a lo relacionado con la tristeza, así, el personaje de Holly menciona que los días azules lo son porque tienen una causa, mientras que, los rojos, son de una tristeza sin alguna razón aparente.
Si bien, al personaje ficticio de Holly, se la ha relacionado con conductas como el histrionismo o el narcisismo, también, se le ha llamado como uno de los más claros ejemplos del trastorno Borderline, o Limítrofe. Y, aunque, si bien no se puede emplear un diagnóstico o análisis silvestre, si pueden encajar algunas de las conductas expuestas por la protagónica. El personaje de Hepburn es seductora, le gusta dominar sobre el otro, actúa impulsivamente (primero se casa a los 14 años, después se escapa, al momento de una detención, lo primero al salir de las celdas es querer ir a brasil a casarse con un tipo rico), bebe desmesuradamente (en la novela consume cannabis) y su mercantilización es de otra índole.
Desayuno en Tiffany’s es una de esas películas que es necesario profundizar y volver a ver de nuevo en alguna ocasión con una nueva perspectiva.